Desde el primer día en que una mascota llega a nuestro hogar, se convierte en parte de la familia, un nuevo miembro a quien amar incondicionalmente. Por supuesto, esto le pasó a Sparta, un gato cruce de Bengala de 10 años que fue adoptado en verano de 2007.
Sparta es un gato algo inusual: le gusta pelear, jugar a que le tiren cosas, perseguirte y que le cojan en brazos como a un bebé. Ya que le gustan tanto los mimos, su dueño se preguntó: “¿Qué haría mi gato si me muriera de repente?”