El llamado Litoral Central (Desde Santo Domingo por el Sur hasta Quintay por el norte) es una de las zonas favoritas para pasar el verano y para los fines de semana, esto por su cercanía a Santiago (100 kilómetros), lo que ha motivado un boom inmobiliario desenfrenado en todo el borde costero y con mínimas obras de mitigación, donde se aprecia la falta de capacidad de los municipios locales para mantener el más mínimo orden urbano. Pareciera que el control lo tienen las inmobiliarias y las constructoras. En esta línea, pero enfocada en Algarrobo, la llamada «Capital Naútica» de Chile -que no cuenta con muelle público- y con un borde costero muy deteriorado, el arquitecto Raúl Irarrázabal S., publica una dura pero realista carta-análisis a la situación urbana de esta localidad costera.

«Algarrobo: Es el balneario más cercano a Santiago, con una bahía privilegiada y un escenario visual único. Al mismo tiempo, una alternativa costera accesible y abierta a todo tipo de veraneantes.

Lamentablemente, el caos urbano producto del desorden en su crecimiento y la falta de planificación urbana tienen a la comuna en una encrucijada de vida o salto a un deterioro irreversible.

La multiplicación de un departamento o casa nueva por una cierta cantidad de metros cuadrados de obras viales o mejoras en los espacios públicos no calza. Los fondos obtenidos por el pago de derechos municipales y las obras de mitigación producto de las evaluaciones viales o ambientales no se aprecian. Es vergonzoso ver el estado y la discontinuidad de las veredas y paseos costeros en Algarrobo. Solo observar tres casos puntuales: puente Estero San Jerónimo, sin vereda peatonal; acceso irracional a playas en Mirasol y la discontinuidad de la senda peatonal que pasa por la Cofradía Náutica y las playas del Canelo y Canelillo. Tal vez, este último circuito sea uno de los más espectaculares de toda la costa central de Chile. Hoy se encuentra en franco deterioro. Es vital y urgente desarrollar un plan maestro, con una adecuada aplicación en el plano regulador de la comuna, que proponga y ejecute un paseo costero unificador y flexible entre la localidad de Mirasol y la llamada Peña Blanca. Llamo a las autoridades competentes a tomar cartas en este asunto», remata el arquitecto Irarrázabal.