El 17 de febrero de 1948, el Presidente de Chile, Gabriel Enrique González Videla (1898-1980), visitó la estación “Soberanía”, actual base antártica naval “Arturo Prat” en la isla Greenwich, siendo el primer jefe de gobierno en ejercicio en el mundo en pisar la Antártica. En el viaje, González Videla fue acompañado por una comitiva integrada por sus familiares, junto a políticos de la época y representantes de las fuerzas armadas, recuerda el INACH.
Con la finalización de la Segunda Guerra Mundial, varios países habían mostrado su interés por ejercer soberanía en el Continente Blanco. Estados Unidos, Reino Unido y la Unión Soviética anunciaban expediciones, mientras que Argentina dejaba en claro su interés por instalar una base permanente en ese territorio. En este contexto, el propósito de la visita de González Videla, era asegurar los derechos que Chile solicitaba por Decreto Supremo del 6 de noviembre de 1940. Con este acto, se ratificaba la reclamación de soberanía nacional y la declaración de límites territoriales realizada por el Presidente Pedro Aguirre Cerda.
La visión geopolítica de González Videla fue fundamental al ordenar en 1947 el desarrollo de la primera campaña antártica. El viaje fue liderado por el Comodoro Federico Gueselaga Toro, al mando de la flotilla compuesta por la fragata Iquique y el transporte Angamos. En esta exitosa primera campaña antártica, se instaló la Estación Meteorológica y Radiotelegráfica “Soberanía”, la primera base permanente de Chile en Antártica, y también se realizaron estudios científicos sobre la geología, geografía, glaciología y fauna del Continente Blanco.
Un año después, el 17 de febrero de 1948, González Videla llegaba al Continente Blanco integrando la segunda campaña antártica. La flotilla de este viaje estaba compuesta por la fragata “Covadonga” junto al transporte petrolero “Rancagua”, la que fue comandada por el teniente Boris Kopaitic O´Neill. Los objetivos de esta campaña consistían en relevar a la dotación naval que permanecía en la estación, comenzar la construcción de la base “O´Higgins”, la segunda estación permanente de Chile, y continuar los trabajos de exploración e investigación científica.
Bitácora de la visita
En Antártica la delegación fue recibida con un gran banquete. El menú antártico consistió en una entrada de kril, seguido de una sopa de pingüino, el plato principal era filete de foca, y la leche nevada de postre, fue preparada con huevos de pingüino, según recuerda Silvia González Markmann, hija del primer mandatario, quién también integró la segunda campaña antártica chilena. Obviamente en esa época no había conciencia medioambital por lo que hoy sería un escándalo mundial.
El mismo día del arribo a la isla Greenwich, González Videla condecoró a los miembros de la dotación, cuya ceremonia fue transmitida por radio a todo el país, en donde señaló: “Habéis cumplido con valor, abnegación y sacrificio vuestra misión en estos parajes inhóspitos de la Antártica, como corresponde a la gloriosa tradición de nuestra patria”. Al día siguiente, el 18 de febrero de 1948, el mandatario se dirigió al sector de la península Antártica para la inauguración de la segunda estación de ocupación permanente, la base “O´Higgins”. En los días posteriores, la flotilla regresó a Punta Arenas, donde fueron recibidos como verdaderos héroes.
Hoy, tanto la Base Arturo Prat (Armada de Chile), como la Base Bernardo O’Higgins (Ejército de Chile), alojan laboratorios para el desarrollo de investigación científica, y brindan un apoyo permanente a la ciencia coordinada por el Instituto Antártico Chileno.