El debate sobre su salud mental y su capacidad para estar al frente de la Casa Blanca cobró de nuevo fuerza esta semana en Washington. En respuesta a la polémica, Donald Trump volvió este sábado (6.01.2018) a hacer uso del trino para describirse a sí mismo como «un genio estable».
«Realmente, a lo largo de mi vida, mis dos grandes activos han sido la estabilidad mental y ser realmente listo. La deshonesta Hillary Clinton también jugó estas cartas muy fuerte y, como todo el mundo sabe, se fue abajo en llamas», escribió en Twitter. «Pasé de MUY exitoso hombre de negocios, a estrella de la televisión, a presidente de Estados Unidos (en mi primer intento). Creo que eso calificaría no como listo, sino genio…y un genio muy estable», concluyó en un tercer mensaje matutino en la red social.
Trump entró así de lleno en el debate que arrastra desde la campaña electoral y que volvió a Washington esta semana a raíz de la publicación de un incendiario libro sobre su turbulenta Casa Blanca: Fire and Fury («Fuego y Furia»), de Michael Wolff. Wolff sostiene en su obra, que salió ayer a la venta con gran éxito, que el objetivo de Trump en la campaña electoral de 2016 no era llegar a ser presidente, sino potenciar su marca; y que sus asesores no confiaban en el mandatario.
«Ha perdido la cabeza»
«Todos dicen que es como un niño», señaló el periodista ayer a la NBC. «Dicen que es un imbécil, un idiota. Hay una competición para llegar al fondo de quién es este hombre», añadió. «Este hombre no lee, no escucha. Es como un ‘pinball’, virando a todas partes». Sobre la salud mental del presidente, Wolff respondió con una cita de algo que supuestamente le dijo el ex estratega jefe de Trump, Steve Bannon, en una de sus conversaciones: «Ha perdido la cabeza».
Durante la campaña electoral Clinton advirtió una y otra vez que Trump no tenía una personalidad adecuada para ejercer un cargo de la complejidad de la Presidencia de Estados Unidos, algo que desde entonces han secundado otros demócratas y expertos.
Ya el pasado febrero, un grupo de 35 psicólogos, psiquiatras y trabajadores sociales envió una carta al periódico The New York Times en la que mostraba su preocupación por «la inestabilidad emocional» de Trump, que lo «incapacita para servir de manera segura como presidente». «Sus palabras y su comportamiento sugieren una profunda incapacidad para empatizar. Individuos con este tipo de rasgos distorsionan la realidad, para que se adapte a su estado psicológico, y atacan los hechos y a quienes los transmiten, como periodistas y científicos», aseguraban.