Su particular historia se remonta a 1445, en la aldea de Hoegaarden, donde monjes medievales fueron pioneros en experimentar con los ingredientes y el proceso de elaboración de esta cerveza hecha a mano.
A simple vista parece un nombre complejo, pero se pronuncia “Who Garden” y hace referencia al concepto que le dio origen: una cerveza belga de trigo.
Hoegaarden ha sido históricamente la cerveza ideal para acompañar actividades outdoor y compartir con amigos en la naturaleza.
La mejor manera de disfrutarla es siguiendo los pasos del ritual Hoegaarden. La cerveza es servida en su clásico vaso hexagonal, el espesor del vidrio actúa como un aislante reduciendo la superficie de contacto con las manos del consumidor, luego una rodaja de naranja, resalta su color pajizo, revela su estilo, cuerpo turbio, pero con brillo y con todo esto se descubren ingredientes sorprendentes: en nariz resaltan notas de cáscara de naranja curacao y semillas de cilantro.
La preferencia del público permitió que, en 2016, Hoegaarden obtuviera el premio llamado World Beer Cup Gold 2016 como la mejor cerveza belga (belgian wit). En esa oportunidad, los jueces destacaron su diversidad dentro del arte cervecero y su alta estimación a nivel socio-cultural, que define su estilo: una cerveza que ofrece un break “natural” en medio de la ciudad, ideal para compartir entre amigos.
Todo esto hace de Hoegaarden la cerveza es perfecta para las actividades al aire libre, en especial picnics, paseos y más. Hoegaarden es la cerveza ideal para combatir los días calurosos del verano.