El candidato de la derecha, Sebastián Piñera, cerró este jueves su campaña presidencial de cara a la segunda vuelta del próximo domingo, con un llamado esperanzador por un nuevo gobierno suyo, pero también haciendo un mea culpa de los “errores cometidos” en la pasada administración.

«Hemos aprendido que los chilenos queremos cambios, queremos cambios profundos, pero queremos cambios bien hechos basados en el diálogo, en los acuerdos y no en la confrontación ni mucho menos en la retroexcavadora«, dijo el ex mandatario en el Teatro Caupolicán, centro neurálgico de su cierre de campaña.

En seguido, Piñera sostuvo que «hemos aprendido -aseguró- que Chile necesita hoy, más que nunca, recuperar la unidad entre los chilenos», sostuvo el ex Presidente quien agregó que el país «necesita superar este clima de frustración, de estancamiento y a veces de mediocridad y recuperar la senda del progreso y del desarrollo«.

Posteriormente, el ex jefe de Estado aseguró que tiene fe en Chile, añadiendo que “tengo confianza en mis compatriotas, tengo esperanza en el futuro y sé, lo sé desde lo más profundo de mi alma, que juntos, con el aporte de todos y con una justa distribución de los beneficios vamos a transformar a nuestro país en un país desarrollado, en un país sin pobreza, en un país con mayor justicia y con mayor igualdad de oportunidades«.

El punto álgido de su discurso estuvo centrado en las disculpas que entregó por los errores cometidos en el pasado, específicamente durante su anterior administración-

«Le pido perdón a mis compatriotas por los errores que, sin duda, hemos cometido, pero créanme que también hemos aprendido y siento que hoy día tenemos un mejor programa, mejores equipos, más clara la misión y estamos mejor preparados«, explicó.

En cuanto a su slogan de campaña, “Tiempos Mejores”, el abanderado de Chile Vamos mencionó que esto “consiste en crear muchos y buenos empleos, con buenos salarios, con buenas pensiones, con estabilidad, con conexión social y no los empleos precarios por los cuales se tienen que contentar cientos de miles de compatriotas«.

En ese sentido, precisó que «los tiempos mejores consisten en combatir la delincuencia y el narcotráfico con mayor eficacia para devolverle a los chilenos lo que los delincuentes y los narcotraficantes nos han arrebatado: El derecho a vivir con mayor paz y tranquilidad, el derecho a disfrutar de nuestros parques, de nuestras plazas«.

A renglón seguido, señaló que bajo su mandato respaldará a Carabineros, devolviéndoles el “respeto que se merecen, los vamos a empoderar con los instrumentos que necesitan y les vamos a devolver la autoridad que la debilidad en la autoridad les ha ido quitando«.

Respecto a la salud, explicó que en un eventual gobierno que encabece se “tienen que garantizarle a todas nuestras familias y a nuestros enfermos que, cuando lo necesiten, van a tener una salud digna, oportuna y de calidad«.

En cuanto a la educación destinada a jóvenes y niños, Piñera mencionó que esta será de calidad necesaria para poder ser ciudadanos del siglo XXI, agregando que tanto los padres como apoderados tendrán derecho a elegir la educación de los hijos y “aportar voluntariamente a mejorar la calidad de esa educación» ya que  Gobierno «desconfía de los padres y confía en las tómbolas«.

También lanzó un llamado a que en su futura administración se fortalecerán los valores que a su juicio se han debilitado actualmente y devolver “el valor y la dignidad de la vida humana, el valor de la familia«.

Otro punto abordado por el ex mandatario fue la pobreza, comprometiéndose a derrotarla e igualar la cancha y oportunidades para “que la cuna no siga siendo el mejor predictor de la tumba«.

En su alocución, Piñera también se refirió a fortalecer la cultura, y defender “nuestra identidad, nuestras tradiciones y, por cierto, reconocer, valorar, apreciar y promover a nuestros pueblos originarios«.

Durante el acto estuvieron presentes los ex candidatos presidenciales Manuel José Ossandón, Felipe Kast y José Antonio Kast, quienes recibieron el agradecimiento del ex mandatario y una ovación de los asistentes al acto de cierre de campaña.