La 31ª Conferencia Internacional sobre la Unidad Islámica celebrada en Teherán concluyó el jueves con la difusión de una declaración final en la que se condena las declaración del Presidente de EEUU que otorgó el estatus de Capital de Israel a Jerusalén, «enfatizando en la necesidad de llevar a cabo una nueva Intifada contra los insultos a la sagrada Al Quds o Jerusalén«, señala un cable de la Agencia iraní, IRNA.
Más de 500 eruditos musulmanes shiíes y sunníes participaron en la conferencia, y algunos de ellos expusieron los problemas más urgentes que afronta el mundo musulmán.
La declaración final, de 26 artículos, entre otros, destaca que el mundo musulmán tiene la capacidad de revivir la civilización islámica en consonancia con las circunstancias actuales, y esa nueva civilización puede diseñar un programa dirigido a liberar a los seres humanos de sus penalidades y sufrimientos actuales.
Los participantes destacaron la necesidad de enfrentarse a la nueva política de EEUU que pretende judaizar Al-Quds y dominar las santidades de los musulmanes, instando a una nueva Intifada.
Reiteraron también la importancia de la cultura y la educación en la creación de esa nueva civilización islámica, y urgieron a promover la cultura islámica real entre los jóvenes musulmanes para ayudarlos a que no se vean atrapados por los pensamientos extremistas y takfiríes.
La declaración insiste que la civilización islámica respeta a todas las demás religiones divinas y considera que todas deben centrarse en sus similitudes, mientras que la posición de la civilización occidental respecto a las religiones genera tensiones y conflictos.
Los participantes subrayaron asimismo el papel de las mujeres y las familias en la construcción de esa civilización, instando a la presencia de las mujeres en la sociedad de acuerdo con las verdaderas enseñanzas del Islam.
Los participantes condenaron que las masacres y la destrucción que sufren algunos países islámicos como Afganistán, Iraq, Siria y Yemen, así como las actividades terroristas que padece el mundo musulmán, demuestran que existe un nuevo plan para atacar y mostrar una imagen reprochable del Islam, destruyendo así las posibilidades de desarrollo y civilización en el mundo musulmán.
Los asistentes a la conferencia urgieron igualmente a ciertos gobiernos y tendencias políticas del mundo musulmán que están ayudando a materializar los objetivos de la arrogancia mundial y del sionismo destruyendo las oportunidades, a acabar con su cooperación con los enemigos de la Ummah antes de recibir el castigo divino por parte de los hombres y mujeres libres del Mundo musulmán.
Y finalmente, expresaron su gratitud al Líder de la Revolución Islámica, el Ayatolá Seyyed Ali Jamenei por su constante insistencia en la necesidad de forjar la unidad entre los musulmanes para materializar la nueva civilización islámica, señala IRNA
