Para la prensa fue una sorpresa: Ricardo Lagos llegando a la residencia del Presidente Electo, Sebastián Piñera, para muchos una cita que viene a refrendar el complejo momento político que vive el país, luego del aplastante triunfo de la centro derecha y también -hay que decirlo- del miedo que se apoderó de ciertos estratos de la ciudadanía que el día domingo gritaba «Chile se salvó», como si Alejandro Guillier representará las Siete Plagas del Apocalípsis.

En este escenario, se dio la cita entre el, que para muchos, debió haber sido el candidato del oficialismo y que el propio PS se lo farreó de una manera -también hay que decirlo- bien poco elegante. Con su estatura y peso histórico-moral, Lagos Escobar llegó al barrio de San Damián, en Las Condes para abrazar a un Piñera victorioso que ha enarbolado inteligentemente la bandera de la unidad, el diálogo y los necesarios acuerdos. La cita se extendió por espacio de un poco más de una hora.

Lagos escribió sobre este encuentro: «@sebastianpinera me invitó a un encuentro en el que tuvimos una conversación distendida sobre distintos temas de interés nacional, poniendo especial énfasis en la importancia de impulsar acuerdos que permitan construir un mejor país para todos los chilenos y chilenas

Lagos explicó además que «Eso va a determinar la posibilidad de tener una mejor convivencia y reconocer también que hoy hay una diferencia, una cierta fractura con la ciudadanía y toda la clase política está al debe», agregó. «Enfrentar aquello es una tarea compleja, difícil, que es propia del Jefe de Estado, y en ese sentido respecto de estos temas él sabe que puede contar con mi colaboración como corresponde a un ex Presidente de la República».

«Todo lo que ayude a una cierta concordia y entendimiento me parece positivo», concluyó el ex Presidente Lagos.