El candidato presidencial de la derecha, Sebastián Piñera, se lanzó con todo contra la Nueva Mayoría a la que acusa de hacer una campaña del terror de forma organizada y utilizando todo el aparataje del sector público.
Piñera, en conversación con El Mercurio, explica que se encuentra tranquilo y esperando el día de los comicios, asegurando que «vamos a ganar esta elección para la que nos hemos preparado durante mucho tiempo«.
En ese sentido, señala que algunos de los abanderados que aspiran llegar a la primera magistratura del país han tenido “poco respeto por la verdad”, añadiendo que lo que han hecho de esta campaña es de “odio y de amargura”.
Además, menciona que mucha gente con la que se ha reunido en el periodo de campaña le piden explicaciones respecto a si se eleminará la gratuidad, los empleos públicos o los programas sociales, en referencia a lo que expresó hae algunas semanas en cuanto a recortar varios programas sociales para poder financiar su programa de gobierno.
«Lo que pasa es que la Nueva Mayoría se aferra al poder con dientes y uñas; se han acostumbrado a la calefacción del sector público, tienen terror de salir a la intemperie a ganarse la vida, y de ese temor nace una actitud en que todo vale con tal de quedarse en el poder. La campaña del terror la están haciendo de forma organizada, usando todo el aparataje del sector público«, sostiene el ex mandatario.
Sobre el abanderado de parte de la Nueva Mayoría, Alejandro Guillier, Piñera sostiene que el senador por Antofagasta ha experimentado un cambio de actitud.
Añade que «he tratado de evitar todas las descalificaciones a mis adversarios, a pesar de que ellos sí las hacen… Y noto un cambio radical en Alejandro Guillier en los últimos días; probablemente sus asesores comunicacionales lo han inducido a tomar una actitud que yo califico de demagoga e irresponsable«.
Piñera también aborda el tema de los familiares en cargos públicos y la disputa con la candidata de la DC, Carolina Goic, afirmando que en el caso de llegar a La Moneda quiere que su esposa, Cecilia Morel, tenga un rol no solamente protocolar como Primera Dama, sino que pueda desarrollar, ad honorem, su vocación social.
De esta forma, señala que quiere desterrar los nepotismos en el Estado, mencionando que «es impresionante cómo algunos ministros, senadores y diputados han sido astros en poner a todos sus familiares en cargos públicos y, curiosamente, muy bien remunerados«.