El destituido ex ministro de Educación y actual director del CEP, Harald Bayer, hace un crítico análisis de la candidatura y programa del abanderado de la derecha, Sebastián Piñera, al sostener que es “muy conservadora” y que faltan propuestas que sean más audaces.
En entrevista con La Tercera, Bayer sostiene que el programa de gobierno del ex mandatario es “inmaduro”, a pesar que “hay planteamientos interesantes que no están suficientemente desarrollados y es poco audaz en otras dimensiones”.
“Uno tiene que pensar que él ha hecho de la falta de crecimiento y de la baja productividad un elemento importante de su campaña y las propuestas que está haciendo en esa materia no cuadran bien con ese planteamiento. Uno puede pensar que podría luego salir con propuestas distintas, pero si uno no las somete a la evaluación de los electores, es muy difícil después tener la fuerza política para poder desarrollarlas”, expone el ex ministro del gobierno de Piñera.
Explica que como candidato ha hecho del crecimiento y la falta de productividad un elemento importante de su discurso de campaña, “uno esperaría que la agenda en esa materia fuera ambiciosa”.
Respecto a esa falta de ambición, Bayer cree que con esto se “busca evitar riesgos. Es una candidatura muy conservadora, más allá de lo valórico, faltan propuestas audaces. Una agenda audaz en materia de crecimiento y de productividad caería bien en la derecha. Pero está cuidándose mucho de no generar riesgos en el centro, no ahuyentar votos de otros sectores que se han sumado a la campaña”.
Añade que “él podría haber fijado posiciones más audaces. Si su diagnóstico es que la falta de crecimiento e impulso a la productividad tienen al país estancado, uno hubiese esperado una agenda más puntuda”.
También explica la alerta que hace respecto a que Piñera al evitar la agenda valórica “compra pan para hoy y hambre para mañana”, afirmando que “se tiene que preguntar cuál es el proyecto político que puede impulsar y que refleje a sus votantes. Y sus votantes son mucho más diversos y matizados en sus opiniones que sus representantes. Eso le permitiría consolidar, además, un crecimiento hacia el centro en estas materias. Y creo que el programa tiene debilidades para poder proyectarse a un proyecto político de largo plazo”.
“Yo esperaría que una persona que intenta representar al país más que a un sector, y que entiende que la autonomía es un valor creciente en las sociedades modernas, se la jugara un poquito más por esas ideas, más allá del costo que tuviese que pagar con un sector de su base de apoyo. Porque en el tema del matrimonio igualitario, lo interesante es que los votantes UDI, por ejemplo, tienen mucho más matices que los representantes UDI”, menciona.