Como “alarmantes” califican las cifras entregadas en la Encuesta Nacional de Salud (ENS) 2016-2017, estudio que abarcó a 6.233 personas en distintas áreas del país y que muestra un significativo aumento de la obesidad, con el 31,2% de la población bajo esta condición. Esto implica un alza de 8,3 puntos porcentuales respecto a la última medición (2009-2010).
Pero, además, la muestra revela que hay sólo un 24,5% en un rango normal, y un total de 74% de personas con problemas en el peso, de las cuales el 39,8% presenta sobrepeso y el 3,3% es obeso mórbido.
“Las cifras de obesidad son alarmantes, considerando que es una enfermedad, que habitualmente se acompaña de otras patologías crónicas como diabetes mellitus, hipertensión, dislipidemia, condiciones que aumentan el riesgo de infartos, accidentes vasculares entre otros, disminuyendo calidad de vida y años de vida. A esto, en las mujeres tenemos que sumar que la obesidad genera problemas de fertilidad y además aumenta el riesgo de cesárea o embarazos patológicos”, señala Cecilia Sepúlveda, Directora Nacional del Colegio de Nutricionistas de Chile.
La especialista, dice además que los hijos de mujeres con obesidad tienen mayor riesgo de nacer prematuros, o macrosómicos, y en el largo plazo, mayor riesgo de obesidad y enfermedades crónicas no transmisibles, con lo que se perpetúa el circulo vicioso. “Lamentablemente también es una enfermedad que muestra la inequidad, a menores ingresos mayor obesidad en la población”.
El estudio muestra que la mayor parte de las personas obesas están en el segmento entre los 50 y 64 años y que a más años de escolaridad, menor es el porcentaje de obesidad. Otro de los hallazgos es que el 86,7% de la población es sedentaria, Las mujeres y las personas de más de 65 años son los que presentaron los mayores niveles de sedentarismo.
Ante esto Samuel Durán, vicepresidente del Colegio de Nutricionistas Universitarios de Chile, asegura que, este tipo de estudios demuestra que la población está normalizando el exceso de peso y esa percepción es peor aún para disminuirla, ya que la gente lo ve como algo común.
Agrega también que es un problema que afecta a la sociedad por completo, “al Estado a las instituciones y a cada persona, porque aumentan las enfermedades asociadas como diabetes, hipertensión o accidentes cardiovasculares, los que afectan también a la economía, porque el país tiene que asumir el gasto sobre el control de éstas”, señala Durán.
Cecilia Sepúlveda, en tanto, agrega que, “como país debemos entender que la obesidad es una enfermedad multifactorial, que involucra no sólo los aspectos metabólicos sino también aspectos económicos, educaciones emocionales, culturales y antropológicos. Por tanto, se debe trabajar de manera intersectorial, formando grupos de trabajo trans-disciplinarios que involucren profesionales de la nutrición, actividad física, educación y ciencias sociales, de esta manera se abarcan todos los factores que gatillan y hacen perdurar la obesidad”.
Cecilia Sepúlveda, dice también que, sin duda, lo más importante es la prevención de obesidad en nuestros niños. “Un alto porcentaje de los niños obesos serán adultos obesos, y ante esto, es imperiosa la labor preventiva desde los primeros días de nacido. Nuestra labor como nutricionistas, es involucrarnos desde la alimentación en la embarazada, nodriza, fomentando y apoyando la lactancia materna es esencial. Así como la prevención de obesidad en las salas cunas, jardines infantiles y colegios, donde los niños pasan el 75% del día”, sentencia.
La Encuesta Nacional de Salud es una herramienta que utiliza el Ministerio de Salud para tener conocimiento sobre las enfermedades y tratamientos que reciben los hombres y mujeres mayores de 15 años que viven en Chile. Con la información recopilada el gobierno puede formula planes de prevención, atención y las políticas de salud para las personas que lo necesitan.