“Estamos a dieta” se llama la campaña que se lanzó esta semana y que con manzanas busca difundir la necesidad de rebajar la dieta parlamentaria al menos a la mitad.

Con ese objetivo la ex secretaria general de Revolución Democrática y candidata a diputada por el distrito 8, Marcela Sandoval, junto al diputado Giorgio Jackson, promueven esta idea, que por cierto no gusta a muchos parlamentarios.

“Las manzanas son una forma lúdica de explicarles a los vecinos y vecinas que estamos a dieta porque nuestro compromiso es rebajar a la mitad el sueldo de los parlamentarios que en la actualidad asciende a 9 millones de pesos, en el caso de los diputados, un monto muy alto si se considera que en Chile muchas personas solo tienen el sueldo mínimo. Por otra parte también queremos limitar la reelección a solo dos períodos”, afirmó Marcela Sandoval.

En 2014 los diputados Giorgio Jackson y Gabriel Boric presentaron un proyecto de ley para reducir el sueldo de diputados y senadores que encontró un rechazo transversal tanto en la coalición de derecha como en la Nueva Mayoría, pese a los antecedentes que muestran que el sueldo de los diputados en Chile es el más alto entre los países de la OCDE. En agosto pasado la candidata presidencial Beatriz Sánchez invitó a los candidatos del Frente Amplio a comprometerse en algunos temas como reducir la dieta parlamentaria en un 50% y limitar la reelección.

En este contexto, la ex secretaria general de Revolución Democrática y candidata por el distrito 8 Marcela Sandoval decidió salir a la calle para explicar a la gente de manera lúdica esta iniciativa. Es así como durante esta semana grupos de voluntarios se han estado desplegando a la salida de las estaciones de metro en Pudahuel, Estación Central, Cerrillos, Maipú y Lo Prado para dar a conocer la campaña.

En tanto el diputado Giorgio Jackson dijo que “esta es una de las ideas que todo votante, independientemente de su postura política, debiera exigir a sus representantes. Desde Revolución Democrática y desde el Frente Amplio nos parece que es una señala mínima para poder reconstruir los vínculos políticos con la sociedad civil que hoy está absolutamente desencantada, con cifras de abstención que están entre las más altas del mundo».