A pocas semanas de las elecciones presidenciales, el candidato de la derecha, Sebastián Piñera, anunció el uso de su retroexcavadora en caso de ganar los comicios de noviembre para mejorar los proyectos que la actual administración ha impulsado y se lanzó contra la Presidenta Michelle Bachelet, criticando su segunda administración, ya que a su juicio “ha hecho un mal gobierno”.
En entrevista con La Tercera, el ex mandatario pone en duda las reformas, indicando que “cómo va a ser un derecho adquirido un país estancado, que no crece, que no crea trabajo, que no mejora los salarios. Cómo va a ser un derecho adquirido una reforma laboral que les quitó a los trabajadores su derecho a decidir y lo transfirió a las cúpulas sindicales. En otros frentes usted tiene razón. Quiero ser muy claro: no le vamos a quitar la gratuidad a ningún estudiante, venimos a poner y no a quitar patines, venimos a igualar hacia arriba y no hacia abajo. Pero las reformas tributaria, educacional y laboral tienen fallas estructurales que las vamos a corregir”.
“Los malos cambios, las malas reformas, vamos a intentar mejorarlas. Los buenos cambios, los vamos a mantener y fortalecer. El gobierno dirá hicimos esto, hicimos esto otro. Pero las tres grandes reformas han perjudicado y deteriorado la calidad de vida de los chilenos. ¡Cómo va ser eso algo de lo cual podamos sentirnos orgullosos!”, explicó.
Piñera precisa que respeta a la actual jefa de Estado porque la conoce desde hace mucho tiempo y “no pongo en duda sus buenas intenciones. Yo creo que las tiene. Creo que todos queremos lo mejor para Chile. Lo que yo digo, con respeto, pero con franqueza, es que ha hecho un muy mal gobierno”.
“Y lo digo con antecedentes cuando las tres principales reformas (tributaria, laboral y educacional) tienen el rechazo de la mayoría de los chilenos. Se partió de un diagnóstico equivocado: creer que todo lo que juntos habíamos hecho desde que recuperamos la democracia había que pasarle una retroexcavadora y eliminarlo desde las raíces fue un error. La ideología de creer que el Estado tiene que ser el gran protagonista y que las personas y la sociedad civil tienen que subordinarse al Estado es otro gran error. La falta de capacidad para implementar buenas políticas… El camino al infierno está pavimentado de buenas intenciones. Chile se merece un gobierno mejor”, explicó.
Piñera también sostiene que ninguno de los cuatros candidatos de la centro izquierda se disputa a ser el heredero del actual gobierno, ya que “ninguno dice que repetiría todo lo que se ha hecho, y si ellos creen que seguir por un camino equivocado es el buen camino para Chile, creo que están alejados de la realidad. La candidata no es Michelle Bachelet. Usted no me ha escuchado nunca descalificar a la Presidenta, ni descalificar a ningún otro candidato, porque son mis adversarios, pero no mis enemigos. Mis enemigos son la pobreza, la delincuencia, la falta de oportunidades, por eso me desilusionó ver el comunicado del comando de Alejandro Guillier, porque está lleno de falsedades, de odiosidad”.
Sobre la minuta del comando del senador por Antofagasta, el candidato de la derecha señala que el documento plantea una dicotomía, ya que el papel “decía mucho más. Decía que ellos eran los que representaban a la gente, no sólo a las minorías. Ellos eran los buenos, nosotros los malos; que ellos gobernaban para los que más lo necesitaban y nosotros para los que menos necesitaban, puras falsedades, yo esperaba que hubiera habido más ideas, propuesta, nobleza, no había nada de eso”.
Y arremete indicando que “en segundo lugar, refleja un error conceptual de la izquierda, la izquierda piensa que ellos son los únicos que tienen legitimidad para gobernar y eso no solamente es profundamente antidemocrático, es una falta de respeto a los ciudadanos chilenos; son los ciudadanos los que van a decidir quién es el próximo Presidente y no los encargados de comunicaciones del comando de Guillier”.
Piñera también pone en duda el cargo que tendrá Bachelet en la ONU una vez que deje el gobierno, ya que a su juicio “está gobernando para las élite de las Naciones Unidas y no está gobernando para los chilenos. Cuando la mayoría de los chilenos le dicen las reformas son malas, hay que corregirlas, ¿qué haría un buen Presidente? Escuchar a la gente. ¿Qué hace la Presidenta? Insiste en un camino equivocado”.