Una carta a la Presidenta Bachelet envió este jueves el timonel de Renovación Nacional, Cristián Monckeberg. ¿El motivo? Criticar el proyecto que busca levantar la confidencialidad del Informe Valech y de paso anunciar el rechazo en el Congreso a dicha iniciativa.

“Nos asiste la más absoluta convicción de que si lo que se persigue es sanar nuestras heridas y avanzar hacia el futuro con las lecciones del pasado –sin que ello por cierto suponga impunidad o falta de reparación-, la creación de mecanismos que permitan levantar la reserva del informe Valech va totalmente en la dirección opuesta, por lo que Renovación Nacional no avalará con sus votos dicha iniciativa”, se lee en el texto enviado a la Mandataria.

De igual forma, Monckeberg destaca que “cuando víctimas, victimarios o terceros concurrieron a la Comisión Valech y confiaron que su testimonio podría ser de utilidad para alcanzar la reconciliación nacional, nunca esperaron que el mismo Estado que los convocó en la legítima aspiración de cerrar las heridas del pasado, años más tarde promoviera iniciativas legales para vulnerar las condiciones bajo las cuales se accedió a cooperar”.

Según el documento “en definitiva, la señal que hay detrás del accionar del Gobierno es que cualquier persona que tenga información relevante para dar tranquilidad a los familiares de las víctimas no debe ser puesta en conocimiento de la autoridad o de terceros. En otros términos, esto sería una advertencia que muchos de ellos podrían interpretar como que ´es mejor callar´ o ´llevarse los secretos a la tumba´”.

Para el timonel RN “a ratos, el accionar de esta Administración, particularmente en sus meses finales, permite advertir una suerte de ensañamiento y de revanchismo –quizás con fines electorales-, que resultan impropios de la altura que merece un tema tan delicado como la protección de los Derechos Humanos”.

Finalmente, el documento plantea que “sin perjuicio del legítimo derecho que tienen muchos chilenos de perseguir responsabilidades penales de quienes cometieron crímenes, conviene hacer presente que una iniciativa de esta naturaleza solo se traducirá en la proliferación de procesos eternos, que incluso carecen del marco de garantías que introdujo la Reforma Proceso Penal”.

“He de esperar que, si se persiste en esta iniciativa que pone en entredicho la palabra del ex Presidente Ricardo Lagos y del propio Estado de Chile, al menos se asegure un estándar de garantías propio de un sistema acusatorio”, sentenció Monckeberg.