domingo, diciembre 22, 2024

Primer debate presidencial marca el cara-cara de los ocho candidatos a La Moneda

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Los ocho candidatos presidenciales se enfrentaron esta noche en el primer debate que organizó la Asociación Nacional de Prensa, el cual se realizó en el Congreso y que tuvo como temas recurrentes la huelga de los comuneros mapuches, las platas de empresas para el financiamiento de campañas, las violaciones a los derechos humanos en dictadura y la aplicación de la Ley Antiterrorista.

El debate tuvo su primer encontrón entre Eduardo Artés y José Antonio Kast, al igual que las críticas que se hicieron por la falta de periodistas mujeres entre el equipo de entrevistadores que la organización dispuso.

Además, Artés cuestionó el formato del encuentro, acusando poca oportunidad para la contraposición de ideas.

Posteriormente, se negó a dar la mano a Kast, acusándolo de ser fascista y pinochetista, indicando de paso que “es mi enemigo político”.

El candidato de la derecha, Sebastián Piñera tuvo que enfrentar la pregunta sobre la cantidad de “cómplices pasivos” que seguían a su lado en esta campaña, indicando que esa frase la había acuñado en referencia a que la responsabilidad de las violaciones a los derechos humanos no recayó solo en los militares, sino también en instituciones como la Corte Suprema que no visitó los lugares de detención y tortura clandestina, o no acogiendo recursos de amparo, o de los medios de prensa que no investigaron más allá de la versión oficial o aquellos civiles que “no evitaron esos abusos”.

En cuanto a la pregunta, Piñera respondió que “no”, agregando que “el hecho de haber participado en el gobierno militar no significa ningún pecado. El hecho de haber tenido poder y de haber podido evitar violaciones constituye un reproche moral. Quise decir la verdad para que no se repita la historia y todos tengamos conciencia de que la defensa debe ser en todo lugar y en toda circunstancia”.

El candidato de Chile Vamos también tuvo un enfrentamiento con Kast respecto a la duración del régimen militar, luego que Marco Enríquez-Ominami colocara en el tapete el caso Quemados e interpelara a Piñera sobre la candidata a diputada de la UDI, Loreto Letelier, quien dijo que Carmen Gloria Quintana y Rodrigo Rojas eran “terroristas” y que se habían quemado cuando llevaban bombas molotov entre sus ropas.

Ante esto, el ex mandatario no respaldó los dichos de la candidata al Congreso, expresando que en un estado de derecho primaba lo que la justicia dictaminaba.

Además, apuntó sus dardos a Kast, afirmando que a pesar de haber sido opositor al gobierno de Salvador Allende no eran necesario 17 años de dictadura para luego recuperar la democracia.

Kast le devolvió la mano, señalando que “no hay ningún condenado por el caso Quemados” y en cuanto a los años del gobierno militar sostuvo que “le agradezco a su hermano (José Piñera, ex ministro del Trabajo en esa época) todo lo que hizo por Chile”.

Por su parte, el abanderado de parte de la Nueva Mayoría, Alejandro Guillier, criticó duramente a Kast, precisando que “vimos lo peor de la extrema derecha en Chile y es una amenaza a la democracia”.

Yo no sé qué va a hacer Piñera con Kast porque está llamando a sacar a los militares a las calles y eso en un estado de derecho no procede… lo que está haciendo es generar un escenario de confrontación cuyas consecuencias serían terribles para Chile”, dijo.

Yo le quiero decir a las FF.AA. que no se dejen seducir por estos personajes porque son los primeros que arrancan cuando muere un niño o cuando ocurre un exceso de las mismas Fuerzas Armadas. Ahí están los cómplices pasivos de los que el propio Piñera ha hablado”, arguyó.

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