El ex Presidente Ricardo Lagos salió al paso de las críticas por el eventual “pacto de silencio” por el secreto de 50 años que pesa sobre los documentos, testimonios y antecedentes entregados por víctimas de la dictadura a la Comisión Valech, afirmando que plantearlo así es una falta de respeto tanto para él como para los miembros que integraron dicha instancia, la cual fue creada por decreto en 2003.
En declaraciones a radio Cooperativa, el ex mandatario precisa que «aquí no hay pacto de silencio, sería una falta de respeto suponer que el Presidente de Chile pactó (con los militares). ¿Qué necesidad tenía yo de hacer una Comisión Valech?«.
En ese sentido, Lagos dijo que «levanto mi voz no para que me agradezcan nada. Era mi obligación con mi conciencia lo que estaba haciendo cuando constituí la Comisión Valech, y mi agradecimiento va a sus integrantes: a María Luisa Sepúlveda, que fue la artífice de lo que allí se construyó, y a monseñor Valech, con esa tremenda autoridad moral«.
«Monseñor Valech es el que cuidó los archivos de la Vicaría (de la Solidaridad) y, cuando hubo una orden judicial por parte de Pinochet, él fue a La Moneda y dijo: ‘Los archivos no’. Por esa autoridad moral le pedí que me ayudara en esto. ¿Usted cree que un hombre de esa calidad, que les dijo ‘no’ a los militares, iba a prestarse para un pacto de silencio? Es una falta de respeto a aquéllos que se jugaron la vida diariamente«, explicó el ex jefe de Estado.
Además, el ex Presidente también respondió directamente a las declaraciones del diputado comunista Hugo Gutiérrez, quien criticó duramente la confidencialidad que el actual gobierno de Michelle Bachelet busca suspender por medio de un proyecto de ley al que impuso discusión inmediata.
«Al momento de la Comisión Valech las Fuerzas Armadas estaban muy enojadas, a diferencia de lo que cree el diputado Gutiérrez, y la mejor demostración para saber de aquello sería preguntarle a la ministra de Defensa de la época (Michelle Bachelet): ¿Las Fuerzas Armadas estaban contentas o no con la Comisión Valech? Yo creo que la Presidenta Bachelet debe recordar lo que le decían los militares de la época«, sostuvo.
En esa línea, Lagos aseveró que establecer un organismo de ese tipo no fue un debate fácil, ya que “muchos decían: ‘Eso es entrar al infierno de Dante’, y sí, lo fue, pero si hoy sabemos lo que ocurrió es gracias a esa Comisión«.
«El propósito (de la Comisión) fue conocer la verdad, no hacer justicia«, añadiendo que si el diputado Gutiérrez piensa algo distinto «entonces no entiende nada de derecho«.
«¿Cuál era el propósito? Conocer la verdad, no hacer justicia; conocer lo que pasó, pero hacer justicia es tarea de los Tribunales de Justicia, y a todos aquéllos que iban a declarar se les decía que su declaración era confidencial y no iba a ser conocida, (…) pero también se les decía: ‘Si quieren justicia, esta misma declaración vaya a hacerla a los tribunales, en la vereda del frente’… Nadie impedía aquello», porque se trataba «de delitos imprescriptibles«, señaló.
Lagos planteó que «esas mismas personas (las víctimas) o el diputado Gutiérrez pueden ir a los tribunales para obtener justicia; en buena hora y aplaudo que sea así«, explicando la finalidad del sentido de la confidencialidad, debido a que «a nadie le gusta publicar las humillaciones a las que fue sometido, pero tampoco reconocer que en medio de la tortura se quebró y delató, o le echó la culpa a otro«.
«Hubo una cantidad de personas que declararon, reconocieron haber sido objeto de tortura y de prisión política, y después pidieron que sus testimonios fueran retirados, porque tenían miedo«, mencionó.
Asimismo, precisó que «no obstante la confidencialidad de su declaración, tenían miedo por el hecho de haber ido a declarar; miedo de ‘que me despidan de mi trabajo’, de que ‘pueden volver los militares y, a todos los que declaramos, ¿qué nos va a pasar?’ Ése era el Chile del 2003… Costó mucho al comienzo que la gente se atreviera a ir a declarar«.
Sobre el informe de la Comisión Nacional sobre Prisión Política y Tortura, Lagos afirmó que «es un monumento a la verdad, a lo que pasó… cuando emergió, a diferencia de lo que ocurrió con el Informe Rettig –habían pasado ya 13 años- las Fuerzas Armadas no se atrevieron a decir que lo que ahí se decía era mentira. En cambio, con el Informe Rettig dijeron que eran cuentos«.
«No conozco otro país del mundo que se haya atrevido a mirar en profundidad el drama de la tortura y la prisión política. Hay otros informes sobre asesinatos, sobre la forma en que se ha hecho desaparecer personas, pero sobre la prisión política y tortura este informe es único en el mundo«, precisó.
Lagos también habló sobre la credibilidad de lo comentado por el comandante en jefe del Ejército, Humberto Oviedo, en cuanto a que su institución ha entregado toda la información sobre violaciones a los derechos humanos y crímenes de lesa humanidad cometidos bajo el gobierno del dictador Augusto Pinochet.
Al respecto, el ex mandatario sostiene que «eso tendrán que evaluarlo las autoridades actuales, que tienen trato directo con las autoridades de las Fuerzas Armadas«, recordando distintos casos como la operación «retiro de televisores» y de «uno de los nombres de los (desaparecidos supuestamente) arrojados al mar, cuyos restos, a través de los ADN, fueron encontrados en una fosa común del Cementerio General. La información, al menos respecto de ese caso, no era cierta… Hay interés de ocultar, seguramente«.