El ex comandante en jefe del Ejército, Óscar Izurieta, salió a criticar los cuestionamientos que se le ha hecho a la institución en materia de derechos humanos, indicando que es un “mito” que la rama castrense tenga información y no quiera entregarlos.
«Es un mito que el Ejército tenga información y no quiera entregarla. Me molesta profundamente cuando escucho a políticos, a diputados, a periodistas que dicen que el comandante en jefe miente y han mentido todos sus antecesores. Me parece grave. Están obligando al comandante en jefe a volver a la arena política, a defender temas de corte político, y no es bueno para el país«, sostiene el ex militar.
En cuanto a las acusaciones que se le hace al Ejército en cuanto a que por años mantuvo los archivos de la DINE y nunca los ha facilitado a la justicia, Izurieta sostiene que “tampoco es cierto. En una oportunidad salió en un medio que una persona presa en Punta Peuco (el ex brigadier Pedro Espinoza) mostró documentos de que en la DINE había un montón de información. Yo me entrevisté con el juez Solís y le ofrecí que revisara todo con sus propios ojos. No encontró nada, porque no lo hay”.
El ex comandante en jefe explica a El Mercurio que «como comandante en jefe me entrevisté dos veces con el Presidente Frei cuando era senador, preocupado por el proceso por el fallecimiento de su padre. Instruí al auditor general, Juan Arab, que le mostrara todo, que acompañara al abogado de la familia, sin ningún lugar vedado«.
Respecto a las acusaciones que hace la ex senadora Carmen Frei de que la institución no ha colaborado, Izurieta menciona que “le estoy contando lo que hicimos. Puede preguntárselo al ex Presidente Frei. Desde 1998 en adelante hubo un cambio importante en el Ejército, que ha entregado toda la información que le piden. A veces al juez o a los abogados querellantes no les gusta y quisieran tener la que ellos necesitan, pero no podemos inventar lo que no tenemos. Si aún hay alguna información, está en personas individuales; la institución no tiene. Doy fe”.
En ese sentido, señala que “al inicio, lamentablemente, el Ejército adoptó una postura de negación que fue un gran error, pero eso cambió a partir de 1998, cuando asume el fallecido general Ricardo Izurieta, En las conclusiones de la Mesa de Diálogo, el Ejército reconoció oficial y abiertamente las violaciones a los derechos humanos, entregamos las relaciones completas de las organizaciones de inteligencia, aceptamos que se nombraran jueces especiales. El Ejército tuvo que pedirle a la Vicaría de la Solidaridad que le prestara toda la información para empezar la búsqueda, organizó una oficina con abogados para revisar miles de documentos y contestar todos los requerimientos de los tribunales. Entiendo el dolor de quienes están en las agrupaciones de derechos humanos, pero no me digan que seguimos teniendo un estante escondido con información institucional”.
El ex militar sostiene que con la Nueva Mayoría se “produce un cambio fundamental: la negación de todo lo que fue la transición, porque se considera equivocado. Prueba de esa negación es dejar caer al Presidente Ricardo Lagos y la persecución al general Cheyre; ambos, símbolos de la transición”.