El polémico Te Deum del 10 de septiembre y en el que la Presidenta Michelle Bachelet fue víctima de ataques e insultos por la agenda valórica que impulsa su gobierno, dejó al descubierto la división interna que existe dentro de los evangélicos y las ansias de poder político con anhelos de llegar al Congreso para poder conformar una “bancada evangélica”.

El vocero y director de comunicaciones del Concilio Nacional de Iglesias Evangélicas, Cristián Nieto, fue el primero en salir al paso tras el Te Deum realizado en la Catedral Evangélica, en Estación Central, indicando que se había producido un “enfriamiento” de las relaciones con el gobierno y asegurando que en ningún momento se le “faltó el respeto” a la Presidenta.

Sin embargo, horas después el obispo y representante de la Mesa Ampliada de las Iglesias Evangélicas, Emiliano Soto, desestimó lo anunciado por Nieto, generando una división al interior del movimiento religioso.

Esta división es totalmente política, con un bando marcadamente definido como “piñerista”, lo cual se expresó con el cerrado aplauso que recibió el candidato de la derecha durante el oficio religioso del domingo, y otra tendencia cercana a la Concertación, actualmente Nueva Mayoría, que es donde se encuentra el obispo Soto.

A pesar que existen grupos dentro de las iglesias evangélicas que no quieren saber nada de política, en la élite sí hay una disputa por este poder y con la tentativa de llegar al Congreso para poder operar como bancada, tener una opinión e influenciar respecto a temas que les pueden afectar, principalmente en lo valórico.

En abril pasado, el propio Nieto explicó en una entrevista a revista Qué Pasa que la idea de poder ir con candidatos a las próximas elecciones es la de formar una bancada evangélica, la cual ojalá esté conformada con aspirantes a los curules del Congreso de las diferentes iglesias.

Hay que recordar que este no es la primera vez que pastores y obispos de este credo religioso postulan a un cargo público de tipo de político, ya que en las pasadas elecciones municipales se logró elegir a 24 concejales y cinco alcaldes, entre los que se encuentra Henry Campos de la UDI, en Talcahuano, y Daniel Augusto de RN, en Calama.

Además, las aspiraciones para tener asientos en el Congreso se hicieron públicas en julio pasado, aprovechando los nuevos 28 distritos que se conformaron con el nuevo sistema electoral que se estrena este año y que reemplaza el cuestionado sistema binominal.

El propio Eduardo Durán será nuevamente candidato a diputado por RN en el distrito 13 de la Región Metropolitana. Ya lo intentó en 2009 por el distrito 45, que comprende Lota y Coronel. Pero los 10 mil votos que obtuvo no le alcanzaron.

Además, hay que señalar que el propio Nieto ya participó de una elección a diputado en 1997, cuando se presentó bajo el alero de Renovación Nacional por el distrito 18 que comprendía las comunas de Cerro Navia, Lo Prado y Quinta Normal, obteniendo solamente 1.095 votos, de acuerdo a los datos que tiene el Servicio Electoral (Servel).

Sin embargo, en estos comicios, el pastor Eduardo Durán, quien fue el que criticó fuertemente a la Mandataria en el Te Deum, nuevamente va como candidato a diputado por RN en el distrito 13, que comprende las comunas de El Bosque, La Cisterna, San Ramón, Pedro Aguirre Cerda, San Miguel y Lo Espejo, y en el que hay cinco cupos.

El padre de Durán, Eduardo Durán Castro, que apareció al lado de Nieto en la conferencia de prensa en la que se negó los ataques contra Bachelet, es considerado como el verdadero poder al interior de la Catedral Evangélica y no esconde su favoritismo con el piñerismo, ya que es parte del Consejo Ciudadano de la campaña del ex mandatario.

Sin embargo, la contraparte a Durán Castro es el pastor Emiliano Soto Valenzuela, quien tiene más cercanía con la ex Concertación y ahora Nueva Mayoría, puesto que fue el que salió a entregar las excusas a la mandataria por el agravio sufrido, afirmando de paso que el Concilio de Iglesias Evangélicas, que está integrado por más de 700 iglesias de las 4.000 existentes, no representa a todos los feligreses que profesan esta religión.