Septiembre para muchos es un mes especial y uno de los más esperados durante todo el año. Implica un cambio de estación importante, generalmente viene acompañado de un aguinaldo en el trabajo, días libres para los estudiantes y uno que otro feriado, pero por sobre todo, trae consigo mucha celebración.
En este sentido, la alimentación es fundamental en medio de tanto festejo, porque la tendencia es a comer y beber más de lo normal que el resto del año. En este desorden que se produce, el organismo pasa la cuenta y muchos tienen que estar haciendo dieta una vez terminadas las fiestas o asistiendo al gimnasio para preparar el verano. Sin embargo, ¿qué pasa con la alimentación de nuestras fieles mascotas?
En medio de los festejos, los almuerzos, las fiestas familiares y todo el ajetreo, siempre hay alguien que se siente con la libertad de alimentar a nuestra mascota, entre tanta abundancia de comida, pero ese “poquito”, ese “cachito” de la empanada, puede ser perjudicial para su organismo.
El olor de un asado es atractivo, tanto para humanos como para animales, lo que causa muchas ansias por probar este tipo de comidas. Sin embargo, a diferencia de nosotros, la flora intestinal de gatos y perros es mucho menos variada, por lo que no pueden digerir distintos tipos de alimento sin enfermarse.
Por lo tanto, si queremos compartir con nuestra mascota un choripán, una empanada, ensalada o parte del anticucho, nos arriesgamos a que pueda sufrir problemas gastrointestinales o hepáticos.
En el caso de las empanadas, encontraremos masas, carne y condimentos como ajo y cebolla, que contienen tiosulfato de sodio, un compuesto inorgánico que puede causar que los perros desarrollen anemia, pues no cuentan con la enzima para digerirlo. No importa si la cebolla está cocida, cruda o en polvo, en el caso de felinos y canes, no metabolizan estos compuestos, por lo que es mejor mantenerlos alejados de esta preparación.
En temporada donde abunda el vino, la chicha, la cerveza y el terremoto, también debemos estar atentos con el líquido remanente en los vasos que ocupamos, ya sea de cualquier licor o bebida gaseosa. El alcohol contiene etanol, que es tóxico en gatos y perros. Para estos últimos, su organismo es deficiente en la enzima alcohol deshidrogenasa, por lo que puede incluso ser fatal.
En caso de tener una ingesta, los síntomas dependerán de la cantidad de etanol consumido. Normalmente las mascotas se mostrarán confundidas, podrán estar hiperactivos durante las primeras horas después del consumo, incluso en ocasiones toma varias horas para que las sustancias tóxicas sean absorbidas por el torrente sanguíneo, por lo que podríamos no ver síntomas graves de intoxicación dentro de las próximas 3 a 4 horas después del suceso.
Principales síntomas de la intoxicación:
Ante la multitud de gente que se puede reunir y el desorden de alimentos presentes, siempre será importante estar atento al comportamiento que puedan presentar nuestras mascotas, con el fin de poder reaccionar a tiempo. Debilidad y movimientos lentos, desmayo, vómito del contenido del estómago, con presencia de sangre en algunos casos particulares, jadeo, letargo, dolor en la región del abdomen, deshidratación, problemas en la micción, movimientos descoordinados, diarrea, convulsiones, espuma alrededor de la boca, colapso, coma que puede conducir a daño cerebral o incluso y en el peor de los casos, un desenlace fatal.
“Durante Fiestas Patrias, perros y gatos deben mantener una dieta acorde a sus necesidades nutricionales. Y es que en los animales la obesidad causa tantos trastornos como a los humanos: intolerancia al esfuerzo, problemas cardiorrespiratorios, diabetes mellitus, disminución de las defensas, disminución de la longevidad e inconvenientes para las cirugías. Un amo responsable tratará de evitar estos sufrimientos en su regalón, con una fórmula muy simple: no sobrealimentarlo”, aseguró Taryn Diederichs, Coordinadora Veterinaria de Pet Happy.
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