Trump decidió vetar a los viajeros que provienen de algunos países que a él no le gustan nada y que considera como los principales enemigos para la seguridad de los habitantes de su lado del mundo. Esta no es la primera vez que Trump hace algo así, hace unos meses causó polémica con su primer veto que dejó a miles de viajeros atrapados en los aeropuertos, ni tampoco va a ser la última, pero en esta ocasión sus restricciones están más cerca de casa y no se limitan a países de mayoría musulmana.
En un futuro esta restricción pueda llegar a afectar a los viajeros de Latinoamérica, en especial a los que puedan ser vistos como sospechosos de querer intentar quedarse en el país de forma ilegal e indefinida.
No tiene mucho sentido crear un veto para impedir la entrada de migrantes y viajeros cuando la mayoría de los casos de violencia y ataques que ha sufrido su país han sido a mano de personas nacidas dentro del territorio (o por lo menos eso reporta la BBC).
Los países afectados por esta orden son Corea del Norte, Siria, Chad, Yemen, Libia, Somalia, Irán y Venezuela, solo unas cuantas personas de estos países podrán pisar territorio americano, pero para poder hacerlo van a tener que pasar primero por un proceso de revisión meticuloso que no garantiza que van a tener permiso de quedarse o salir del aeropuerto.
Este veto que comienza el 19 de octubre no tiene fecha de expiración, el anterior duraba un máximo de 90 días, pero en este caso las condiciones serán impuestas de forma indefinida, y aunque supuestamente no va a afectar a nadie que tenga una Green Card o un permiso especial -que deberá ser tramitado por su familia en EU antes de esta fecha-, una vez más va a dejar a miles de personas, incluyendo turistas y refugiados, fuera del país.
Fuente: GQ