El diputado Ricardo Rincón todavía sigue aferrado a poder repostular al Congreso apoyado por su partido, la Democracia Cristiana, ya que el jueves pasado presentó una denuncia ante el Servicio Electoral (Servel) en contra de la abanderada de la colectividad, Carolina Goic, de no respetar los fallos adoptados por el Tribunal Supremo.

Unas 50 carillas posee la denuncia presentada por el cuestionado parlamentario, involucrado en un hecho de violencia intrafamiliar, en contra de la senadora por Magallanes y timonel del partido, acusándola de “sucesivos actos e ilegalidad” al “no espetar la institucionalidad del partido, irrespetando dos fallos del Tribunal Supremo (TS)”.

El escrito de Rincón también solicita que se apliquen sanciones a Goic por su “insistencia en una conducta de pública denostación y, por ende, de maltrato a un camarada, desconociendo la verdad de los hechos establecidos por el Tribunal Supremo”.

En su argumentación, Rincón coloca como cita el documento del TS del 17 de abril en el cual se desestima la solicitud de expulsión en su contra.

En ese documento si bien se le amonesta por “incumplimiento del deber de asistencia obligatoria a terapia sicológica”, también señala que la imputación de violencia intrafamiliar “no ha podido ser acreditada y consecuentemente no se ha llegado a la convicción moral de haber cometido una infracción o falta punible”.

Rincón explica que a pesar de la resolución adoptada en esa oportunidad, Goic mantiene su desacuerdo con el TS, por lo que el parlamentario menciona que “como principal autoridad del partido (Goic) está jurídicamente obligada más que ninguna otra autoridad a respetar las decisiones del TS, absteniéndose de hacer cualquier tipo de comentarios sobre los fallos”. En la denuncia, el diputado sostiene que ella pasó a llevar los estatutos y reglamentos internos del partido al entregar a la opinión pública “una versión falsa de los hechos”.

De esta forma, el cuestionado parlamentario sostiene que  al desconocer lo resuelto por el TS, “socava nuestra institucionalidad, no guarda lealtad al partido ni respeta el trabajo de los miembros del Tribunal Supremo. Y en vez de poner fin a una controversia, no emitiendo opinión sobre los fallos institucionales, continúa el maltrato al que me he visto sometido públicamente por largos meses”.

“Lo más lamentable es que se instrumentaliza un tema tan grave y de alta sensibilidad pública como es la violencia contra las mujeres”, precisa.

Rincón sostiene que la presidenta de la DC está vulnerando los estatutos de la colectividad al incumplir con el deber de “guardar lealtad al partido, respetar a los camaradas y contribuir a una convivencia fraterna”.

Por tal motivo, califica de “ilegal” el voto político presentado por Goic en la Junta Nacional y que pretendía sancionarlo al establecer una causal de expulsión de la colectividad a los militantes que registren condenas o actos de violencia intrafamiliar o contra la mujer.