La película “Annabelle” está inspirada en una conocida y tierna muñeca de trapo llamada “Raggedy Ann Doll” que se vendió en Estados Unidos entre los años 60 y 70.
Donna, una estudiante de enfermería de 19 años, estudiaba lejos de casa, por lo tanto, su madre le mandó de regalo una muñeca para que no se sintiera tan sola y le hiciera compañía.
Al poco tiempo, Donna empezó a ver cosas extrañas, a veces la muñeca aparecía en otros sitios de donde ella no la había dejado, o aparecía con las piernas cruzadas o los brazos abiertos. Ella solo pensó que se trataba de una coincidencia pero luego empezaron a suceder cosas peores: en la casa aparecían notas que decían “ayudanos” o “Ayuda a Lou”.
Pero lo peor vino después, un día la muñeca apareció con sangre en la boca. Fue ahí que Donna y su compañera de departamento llamaron a una médium que les dijo que el espíritu de una niña de 7 años llamada Annabelle Higgins había poseído a la muñeca.
Donna se dio cuenta que esto ya no estaba en manos de una médium, sino más bien de un sacerdote, y por medio de ellos, fue que contactaron a los “demonólogos” Ed y Lorrane Warren, un matrimonio experto en fenómenos paranormales. La pareja aseguró que no se trataba de un espíritu de una niña de 7 años lo que estaba adentro de la muñeca, sino más de un demonio que estaba jugando con ellos haciéndoles creer esto. Un cura bendijo la casa, y el matrimonio Warren se llevó a la muñeca y sólo ahí Donna empezó a vivir nuevamente en paz.
La verdadera muñeca Annabelle ahora está en el Museo Oculto de Ed y Lorrane Warren, y está encerrada en una caja de madera sellada y con un cartel de peligro y dos veces al mes la rocían con agua bendita.
Esta fue la historia que inspiró “El Conjuro” estrenada el 2013 y fue dirigida por James Wan.
«Annabelle, la creación» cuenta el origen de la historia, y se remonta a un trágico accidente de la hija de un fabricante de muñecas y su mujer, que acogen en su hogar a una monja y varias niñas procedentes de un orfanato clausurado. Las niñas pronto se convertirán en el objetivo de Annabelle, la famosa poseída creación del fabricante de muñecas.