Chile tuvo una gran presentación ante Alemania este domingo en la gran final de la Copa FIFA Confederaciones. La Roja, en la estadística, fue superior: 20 tiros al arco, contra ocho; 61 por ciento de posesión del balón vs. 38; nueve tiros de esquina, ante apenas cuatro…
Sin embargo, el Campeón del Mundo supo asestar el golpe en el momento preciso, para quedarse con el trofeo de la Copa que reúne a todos los monarcas y dejar a Chile en la segunda plaza. Un 1-0 milimétrico, que sólo llegó al minuto 20 y debido a una desafortunada salida de la escuadra nacional desde terreno propio.
La escuadra de Juan Antonio Pizzi tuvo ocasiones para llegar al empate (Arturo Vidal y Ángelo Sagal a punto estuvieron de la paridad) y, en los descuentos, Marc Andre Ter Stegen desvió de manera espectacular un tiro libre de Alexis Sánchez que iba en ruta franca al gol.
No se pudo. Chile cayó en su tercera final de este ciclo. Lo hizo luchando, creando los mejores pasajes de fútbol en San Petersburgo y dejando una gratísima impresión. La Roja, el ahora subcampeón de la Copa FIFA Confederación, se fue de Rusia con la frente en alto; muy en alto.