1. Embarazo: Aunque parezca ilógico muchos dueños de mascotas pueden pasar por alto un embarazo de su mascota. Si tu perra o gata no está esterilizada no tomará mucho tiempo para que esto suceda. Unos minutos en el parque o una escapada de noche llevarán a un embarazo no deseado. Es hora de esterilizar.
2. Retención de líquidos: Un efecto secundario de las enfermedades cardíacas puede ser el exceso de líquido en el abdomen. También tumores o enfermedad de los órganos internos pueden generar un crecimiento del vientre. Una visita el médico veterinario te sacará de dudas.
3. Medicamentos prescritos: Los medicamentos recetados también pueden conducir al aumento de peso, especialmente si se llevan tomando por un largo tiempo.
Si esto sucede consulta al médico veterinario para tomar medidas, ya que el sobre peso puede contribuir a empeorar las enfermedades que ya tienen.
4. Parásitos: El tipo de parásitos que se alojan en las paredes abdominales e intestinos, causan un líquido que se acumula generando en la mascota una apariencia de barrigona. Esto sucede especialmente en cachorros que no poseen un fuerte sistema inmunológico para resistir los efectos de una infestación parasitaria.
5. Hipotiroidismo: Las mascotas al igual que los humanos tienen una glándula en el cuerpo que produce un número de carga hormonal necesaria para el cuerpo, pero cuando esta glándula, tiroides, no produce las suficientes hormonas se le denomina Hipotiroidismo y genera un aumento de peso con poco consumo de alimento. Esta la señal más importante de la enfermedad.