La Rinoplastía, es un procedimiento quirúrgico, es decir requiere anestesia general, hospitalización y recuperación, mientras que la Rinomodelación, es ambulatoria, con resultados casi de inmediatos, pero TRANSITORIOS, sin embargo, ambos tienen el mismo fin:
Arreglar lo que la naturaleza nos brindó, pero no nos satisface. A veces muy grande, caída, chata, gruesa, ancha, en fin. Pero ¿Cuál es la mejor opción para tu caso? El Dr. Esteban Torres Egaña, cirujano plástico y reconstructivo egresado U.C. nos guía en esta decisión.
Sin embargo, no todos se sienten satisfechos con la que tienen. “La disconformidad que puede producir su aspecto, o los problemas internos que impiden respirar, suelen ser los principales motivos para que alguien haga un cambio en su perfil” cuenta el doctor Esteban Torres, cirujano plástico y reconstructivo, egresado de la U.C y miembro de la Sociedad Chilena de Cirugía Plástica. “Hoy la gente se está atreviendo, y lo bueno es que con el paso de los años la tecnología y los avances médicos se ha preocupado de mejorar los procedimientos para corregir la estructura nasal, por lo que en la mayoría de los casos los resultados son satisfactorios”, agrega el especialista del Wellness & Aesthetics Medical Center, como también de las Clínicas Indisa y Lo Curro. La rinoplastía lleva la delantera, ya que ha sido la forma más tradicional para mejorar la apariencia de la nariz. Sin embargo, durante los últimos años, la rinomodelación ha salido al paso para competir, a través de su método “mucho menos invasivo” y con un post-procedimiento mucho más amable.
Rinoplastía vs. Rinomodelación
La Rinoplastía es una cirugía que sirve para modificar la forma y estructura de la nariz de manera definitiva. Aquí se puede disminuir o aumentar el tamaño de ésta, cambiar la forma de la punta o del dorso, estrechar los orificios nasales o modificar el ángulo entre la nariz y el labio superior. También corrige los problemas congénitos y los traumatismos. En definitiva, se utiliza para realizar cambios permanentes en el tiempo, los cuales para ser modificados, muchas veces se requiere de una nueva intervención.
“La duración de la operación puede variar entre 40 minutos a dos horas, según la complejidad del problema y por lo general, la recuperación se da entre dos semanas y un mes. La operación no es muy dolorosa, pero sí hay hinchazón y moretones notorios por lo menos durante 10 días y luego de deshincharse el resultado final puede demorarse hasta 6 meses”, explica el facultativo.
La Rinomodelación, en tanto, es un tratamiento para modificar forma de la nariz sin cirugía, que consiste en la aplicación de inyecciones con un relleno especialmente diseñado para darle una forma más armónica. “Si bien, esto es un procedimiento menos invasivo, no hay que verlo a la ligera, pues se introduce en el organismo una sustancia, un material extraño. Por ese motivo, sólo debe ser efectuado por médicos que utilicen productos conocidos y certificados por el Instituto de Salud Pública (ISP) y en lugares seguros, como salas de procedimiento certificadas por la Secretaría Regional Ministerial (Seremi) de Salud. Esto quiere decir, que debe ser hecho en centros médicos acreditados y no en un instituto estético y menos por un profesional que no sea médico”, subraya el doctor Torres.
En cuanto a su utilidad, la Rinomodelación, como una forma de corrección provisoria, sirve para modificar las curvas de la nariz y para aportar volumen en los lugares donde falta rellenar. También sirve para corregir los ángulos, con el fin de que se vea más armónica; por ejemplo, para disimular una nariz ganchosa- y además suele usarse para aumentar la perfección de la punta nasal.
Principales riesgos en cada caso
Al ser una cirugía, la Rinoplastía no está exenta de riesgos, sin embargo, como es efectuada por profesionales que deben ser cirujanos plásticos u otorrinos, es confiable. No obstante, siempre existen posibles complicaciones, como infecciones, sangrado por la nariz o reacciones a la anestesia. Aún así, se trata de riesgos que se pueden minimizar siguiendo de manera cuidadosa las instrucciones de los profesionales a cargo, antes y después de la operación.
En el caso de la Rinomodelación, aunque es un método que se promociona como “no invasivo” y más seguro, el especialista del Wellnes & Aesthetics Medical Center explica que “tiene riesgos principalmente cuando la sustancia que se introduce en el cuerpo no es totalmente compatible con el organismo, como puede pasar con los polímeros, las siliconas y otras sustancias que, a pesar de que están prohibidas para uso médico, igual se utilizan por algunos inescrupulosos. Es por eso que es responsabilidad de los pacientes averiguar qué se les va a administrar y cuáles son los profesionales idóneos para este tipo de procedimiento”. El cirujano plástico agrega que incluso si es realizado por un profesional que administra productos adecuados y certificados -por ejemplo, ácido hialurónico u otro compuesto totalmente biodegradable- igual puede llegar a producir secuelas irreversibles. “Por lo general los daños se producen por embolias o trombosis en los vasos sanguíneos cercanos a la nariz, de hecho hasta se han reportado casos de ceguera a causa de esto”, indica.
¿Quiénes pueden someterse a estos procedimientos?
Los candidatos ideales para someterse a una Rinoplastía son aquéllos que buscan mejorar el aspecto de su nariz, sin aspirar a la perfección absoluta, ya que esta no existe. Si la persona tiene buena salud y estabilidad psicológica, esta intervención es idónea, pues le ayudará a tener más confianza en sí mismo. No obstante, como el cambio que se hace con la operación es permanente, los especialistas recomiendan que los pacientes ya hayan desarrollado su cuerpo por completo, por lo tanto, la edad recomendada es pasados los 18 años.
En tanto, la Rinomodelación es conveniente cuando las personas son jóvenes y no tienen “su imagen totalmente formada”. Además, es ideal para quienes tengan imperfecciones no tan grandes y que quieran corregirlas.
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