Una preocupación transversal atraviesa la izquierda de la Nueva Mayoría, en particular el PS, PPD y Partido Radical, la ex concertación, que adhieren y levantaron al candidato Guillier, los que defenestraron a Lagos y apostaron por lo que indicaban las encuestas, que anticipaban que el periodista era el candidato más competitivo frente Piñera.
Más allá, de la actual baja en los sondeos, la falta de relato que se le critica, hay una actitud constante de Alejandro Guillier, que tiene que estar generando altos niveles de desconfianza, tanto en los partidos, como en los adherentes que algún momento tuvo. Y se expresa en el hecho que el candidato no asume ninguna responsabilidad, que involucre ser el líder de una coalición y de un proyecto político. Y esto lo expresa a cada momento, dejando siempre claro, que él no quiso, ni busco su candidatura, sino que se la impusieron.
Esta actitud ha sido recurrente y se manifestó, hace unos días, cuando su coordinadora estratégica, la senadora Adriana Muñoz (PPD), señaló, que era necesario nombrar un generalísimo en su campaña. Guillier rechazó la propuesta y dijo: “yo rechazo las estructuras piramidales. Y formuló un emplazamiento, que lo retrata de cuerpo entero, y que lo reitera cada vez que puede:” si a los partidos no les gusta que se busquen a un militante”.
El senador insiste en dar la sensación que está haciendo un favor a la Nueva Mayoría al ser candidato, y que, por lo tanto, puede dejar de hacerlo en cualquier momento. Una expresión habitual es: “ellos me eligieron” refiriéndose a los partidos y agregando “yo no me impuse”.
Cuando el senador del PPD Guido Girardi señaló que la candidatura de Guillier “era un castigo para la Nueva ´Mayoría,” y que debió haberse hecho una primaria con Lagos, Guillier dio como respuesta que él siempre defendió una primaria, y “que los partidos tienen que asumir la responsabilidad de haber hecho las cosas como las hicieron”
Cabe preguntarse: ¿Acaso él no es responsable de nada?, ¿No habría sido más coherente, no haber aceptado el apoyo del PS, si es que no iba a primaria, cuando todo el mundo sabe que negoció el apoyo con la mesa directiva del PS?
Parece que a él le gusta que lo pololeen y como novia indecisa insiste en poner condiciones, dejando siempre la posibilidad de no asistir al matrimonio.
Lo cierto es que el senador, aunque prefiera “tomar palco” es responsable de las decisiones que toma y desde que asumió, le guste o no, aceptar ser candidato, llegará la hora de casarse y ahí tendrá que demostrar, si valían la pena tantas exigencias y remilgos.