Este domingo, en la Base de Zhurihe (Mongolia), norte de China y ante el Presidente, Xi Jinping, se realizó un imponente desfile militar para conmemorar los 90 años de la fundación del Ejército Popular de Liberación, en el que mostró su poderío y capacidad de producción militar y que podría ser considerado como una señal dirigida a los Estados Unidos.
«El mundo no está completamente en paz, la paz necesita salvaguardarse y es responsabilidad del Ejercito mantenerla, por lo que ahora más que nunca el país necesita un Ejército de primera», dijo el mandatario en un breve discurso tras pasar revista a las tropas.
Según información oficial china, el 40 % de las unidades que desfilaron lo hicieron por primera vez, al igual que la exhibición del nuevo misil balístico intercontinental DF-31AG.
China mostró sus tanques 99-A, misilería montada en vehículos (Unos 600 señalan fuentes oficiales) , además de 12 mil soldados desfilando mientras que en el aire aparecieron más de un centenar de aviones militares, formados en escuadrillas incluidos los cazas J-15 y J- 20 y bombarderos H-6K, que han estado patrullando cerca de Taiwán y Japón recientemente.
«Hoy estamos más cerca del objetivo del gran rejuvenecimiento de la nación china que cualquier otro momento de la historia, necesitamos construir un Ejército más fuerte que en cualquier otro momento de la historia», afirmó el Presidente chino, Xi Jinping, ante las tropas reunidas en la base.