Por tercera vez en su historia, el Petrolero AO-52 “Almirante Montt” de la Armada de Chile se encuentra apoyando la fase de entrenamiento de la Real Armada de Canadá, dando cumplimiento a los vínculos bilaterales que mantienen ambas naciones y sus instituciones navales.

La razón para solicitar la participación del Petrolero “Montt”, se debe a su capacidad de reabastecer en alta mar a las unidades de la Armada, y de transportar 42 mil toneladas de carga, convirtiéndose con sus 206 metros de eslora (largo), en el buque más grande de nuestro país.

Parte del entrenamiento se está realizando en el área de Hawai junto a las fragatas canadienses “Winnipeg” y “Ottawa”, las que fueron utilizadas de manera simultánea para practicar los procedimientos de transferencia de combustible en la mar, con el objetivo de capacitar a las dotaciones de los nuevos petroleros que el país norteamericano incorporará al servicio. El “Montt”, dispone de cinco estaciones de transmisión de combustible, y dos de carga, pudiendo almacenar cerca de 21.161 metros cúbicos.

En su tercera capacitación hacia los efectivos de la Armada de Canadá, el Contramaestre del Petrolero “Almirante Montt”, suboficial Héctor Varela, señaló que “transmitir nuestra experiencia al personal extranjero ha sido una instancia enriquecedora, debido a la importancia que tiene para este tipo de buques efectuar con destreza las distintas maniobras, y la relevancia que significa compartir entre instituciones hermanas”.

Para el Cabo Emerson Rosales de la Real Armada de Canadá, la comunicación con los efectivos chilenos no ha sido un obstáculo. Nacido en Canadá, a los dos años se mudó junto a sus padres a El Salvador, lugar donde permaneció hasta los 17. Sobre la experiencia de compartir con la dotación chilena, comentó que “llevo tres años en este buque, y encontrarme nuevamente con el petrolero Montt, me ayuda a recordar mi país al poner en práctica el idioma español”.

Cada año, las fuerzas navales de Chile y Canadá se han visto fortalecidas gracias al programa “Regulus”, el cual tiene como finalidad permitir a oficiales canadienses embarcarse en unidades chilenas, someterse a la rutina propia de éstas y navegar en los canales patagónicos del sur de Chile.