El profesor de literatura, comunicador, entrevistador, conductor de televisión y poeta, Cristián Warnken, defendió al precandidato de Chile Vamos, Manuel José Ossandón, ante los ataques de que ha sido objeto y lanzó una fuerte crítica a Sebastián Piñera, argumentando que es posible que en medio de su mandato enfrente nuevos cuestionamientos y juicios que provoquen una crisis institucional, por lo que “podría convertirse en nuestro Temer”.
En una carta enviada a El Mercurio, el intelectual señala que “las performances televisivas de Ossandón no han sido buenas y es verdad que su impulsividad le juega a veces en contra en sus apariciones públicas. Pero no se puede negar que ha tenido el coraje y la convicción de enfrentar sin rodeos y eufemismos uno de los males que están en el origen de la actual decadencia política que vivimos: la de la promiscuidad entre la política y los negocios”.
Recuerda sus columnas escritas en el mismo y que hablan de estas “crisis ética” que vive la política chilena, la cual es transversal porque abarca desde la derecha a la izquierda, “pero tiene la máxima gravedad cuando la élite empresarial y política que debiera dar la pauta, cae en prácticas tan nefastas como la colusión o el financiamiento ilegal de la política”.
En ese sentido, afirma que le llama la atención que amigos suyos que son de derecha le comentan que a pesar que saben que Piñera “no es un santo de altar, que su forma de operar no ha sido necesariamente ética a lo largo de los años, aunque sí “legal”, pero que notará por él porque es un mal menor y es el único capaz de salvar a Chile de la decadencia en curso”.
“¡Craso error! Lo que necesitamos hoy son políticos que no se conformen con lo legal, sino estadistas que entiendan que lo que necesita el país es una revolución moral (no moralista) que recupere los tejidos sanos que quedan y volvamos a sentirnos orgullosos de nuestro país en un contexto latinoamericano marcado por la corrupción a gran escala”, sostiene.
Y arremete contra el ex Presidente, argumentando que “la vulnerabilidad de Piñera es muy grande y no sería raro que en medio de su mandato (si gana las elecciones) tuviera que enfrentar nuevos cuestionamientos y juicios que llevarían al país a una crisis institucional y política sin precedentes y convertirían al Frente Amplio (tan temido por la derecha) en una real alternativa de gobierno, pues él (y no la Nueva Mayoría, hoy sin autoridad moral en este tema) ha colocado la ética como una de sus banderas principales de lucha. Piñera podría perfectamente convertirse en nuestro Temer”.
En esa misma línea, Warnken señala que Ossandón “con toda su rusticidad, su torpeza y mala memoria para dar cifras, sí tiene intuición para entender lo central de nuestra crisis hoy. Y tiene intuición porque tiene algo que no tienen sus contendores: “tiene calle”. Conversa con la gente común, con el pueblo y es ahí donde crece un deconstento cada vez mayor contra una élite muchas veces ciega, sorda y soberbia”.
“Ossandón ha sido demonizado por la derecha oficial, pero con su coraje y lucidez en este tema los que pueden salvar a esta derecha de un desastre político en el siempre esta termina por caer”, concluye.