Participar en dos mundiales de futbol de manera consecutiva se convirtió en 2014 en un hecho histórico para la selección de fútbol de nuestro país. Pero sólo fue uno de los triunfos y alegrías que han entregado a Chile, ya que la selección chilena luego se coronó campeona de la Copa América y un año más tarde de la Copa Centenario.
Hoy, el mismo equipo está participando en la Copa Confederaciones, un premio a los triunfos obtenidos en los años anteriores y siguen repitiendo que serán campeones del mundo, algo que un grupo de jugadores, como Alexis Sánchez, Arturo Vidal, Gary Medel y Claudio Bravo, han ido repitiendo desde que eran niños.
Pero ¿pueden llegar a ser campeones del mundo? ¿De dónde nace su mentalidad ganadora tomando en cuenta que la idiosincrasia chilena no los acompaña? ¿Son capaces de traspasar esa mentalidad a los hinchas? Y lo más importante, ¿pueden las nuevas generaciones o cualquier chileno conseguir lo que quiera en la vida cambiando sus pensamientos y enfocándolos en el triunfo como estos jóvenes?
El psicólogo e hipnoterapeuta José Luis Rojas explica que todo este poder tiene que ver con una serie de paradigmas internos, porque el éxito o el fracaso dependen de lo que realmente crees, ya que una persona potencia lo que piensa y el pensamiento es energía pura y va creando tu futuro. “La gente que es muy positiva, está convencido de que sí será campeón y el primero en lo que hace, porque siente que tiene todas las herramientas del mundo para poder lograrlo. En el caso de los jugadores de la selección, ellos traen en su ADN el triunfo y ni siquiera se cuestionan que puedan perder. Es una actitud mental y así como existe el cerebro gordo, también existe el cerebro pobre, el cerebro depresivo y, por el contrario, el cerebro rico, el cerebro alegre”.
El especialista agrega que una persona se forma mentalmente para triunfar y para fracasar y el fracaso es parte de lo de siempre, es lo más común, pero cuando aparecen personas como Vidal o Sánchez, que rompen el molde, “te das cuenta de que la mente puede funcionar el cerebro de otra manera y hay millones de personas que lo logran. Ellos piensan en lo que quieren lograr, y la gente que por ejemplo tiene una crisis de pánico, piensa en todo momento en que la crisis no venga, que no venga, pero su cerebro sigue pensando en la crisis y la actitud es pensar en salud, no en la crisis”.
José Luis Rojas, explica que el inconsciente del ser humano no critica, no reclama no cuestiona y por lo tanto la palabra no, no existe en el inconsciente y por lo tanto no lo considera. “Ellos en su inconsciente no conocen la palabra no, y por lo tanto van a ser ganadores siempre”.
“Hay gente que nace con la mentalidad ganadora, pero también se puede aprender. Ellos nacieron con ella, porque es muy difícil que, en el entorno en el que vivieron su primera infancia, encontraran los estímulos para cambiar esta mentalidad. Pudo existir quizás un entrenador o un evento específico, que los hizo pensar las cosas de manera distinta. Hoy piensan que serán campeones del mundo y ningún pensamiento tiene que ver con no serlo. Mientras uno más alto apunta, pero creyéndose el cuento, mueve las energías y se transforma en un decreto y las cosas funcionan”.
Pero para aquellos que no tienen esa mentalidad, la hipnosis es una buena opción, porque todo va en un cambio de paradigma. “Si tú te crees gordo, puedes cambiar el paradigma a flaco, si eres pobre, lo cambias a rico, si eres muy enfermizo, lo cambias a sanidad. El paradigma está fijado en nuestro cerebro desde la primera infancia y podemos cambiarlo, pero requiere práctica, tiempo y tener credibilidad. La fe es tremenda, el creer ciegamente que algo va a pasar sin duda, y los jugadores así lo piensan y no tienen duda al respecto”.
La Hipnosis funciona modificando paradigmas y una persona necesita 21 días para lograrlo. Se debe entonces, realizar la terapia escuchando audios al menos por ese período, para modificar nuestro cerebro. En el caso de la hipnodieta, por ejemplo, tiene una duración de 63 días, esto se convierte en ley a nivel inconsciente, ya que triplicas la cantidad de 21 días. Esto consolida el cambio de paradigmas. También funciona para otros problemas como crisis de pánico, pánico escénico, tabaquismo, fin de una relación, donde se consigue desvincular el afecto de la expareja y en muchas otras áreas como fobias y por supuesto potenciar el rendimiento deportivo, entre tantas otras.
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