El revival de Will & Grace tendrá de vuelta a los testigos habituales. Desde los actores protagonistas, Debra Messing, Eric McCormack, Megan Mullally y Sean Hayes; hasta los creadores, David Kohan y Max Mutchnick; pasando por el legendario director que estuvo detrás de las cámaras de cientos de los capítulos originales de la serie, James Burrows.
Claro que la rescucitación de Will & Grace, lejos de sólo aspirar a aprovechar los balbuceos nostálgicos de sus fans, deja claro por su tráiler que está lejos de querer quedarse en la superficie. Will & Grace quiere basar su retorno en lo que la hizo eterna: la comedia.
El tráiler explota eso y empieza con un aspecto que ya ha capitalizado con éxito NBC en otras ocasiones, el aporrear su mitología para que el legado de sus series quede siempre pegado a su logotipo multicolor. Messing y McCormack aparecen en plano después de una reunión con el presidente de NBC Entertainment, Bob Greenbalt. Cuando entran al ascensor, las opciones del panel dejan un gag que puede escaparse con facilidad: después del lobby, quien tiene un parking para él solo es Dick Wolf, el superproductor que está detrás de Ley y Orden y de todas esas series de NBC que llevan en su título la palabra Chicago —Chicago P.D., Chicago Fire, Chicago Med y Chicago Justice.
Ese vídeo juega ahora el mismo papel nostálgico que el de Will & Grace, aunque con la diferencia de que aquel tiene cinco años y que muchas de las series que en él se promocionaban se han ido ya para siempre —y es probable que a alguno se le escape una lágrima al verlo. Normal, de hecho y por tanto, que Messing se debata en el tráiler a volver a rodar capítulos de la serie que la hizo famosa. Messing se emociona al ver el set de rodaje de Will & Grace, y así se lo recuerda McCormack con un calculadísimo «¿Miedo? ¡Esta es nuestra casa!», pero la pregunta que lanza ella es la misma que deambula por los escenarios de todas esas otras producciones que han vuelto del más allá para aprovechar sus legados: «¿Qué ocurre si algo fundamental ha cambiado?» Pues sí, eso sí da miedo.
Karen, por supuesto, no ha cambiado. La encuentran debajo de una tela en el sofá, como si un sueño la hubiera tenido ahí dormida durante más de diez años. El especial que los cuatro hicieron con motivo de las elecciones, y en el que Karen se posicionaba a favor de Trump con comentarios absolutamente delirantes, sirve ahora y junto a este tráiler como genial metáfora de la Estados Unidos que ha dejado de avanzar desde que Will & Grace abandonó la pequeña pantalla en mayo de 2006.
Aunque al mismo tiempo, es obvio por el tráiler que el revival de la serie tiene pensado abrazar todo lo que ha cambiado hasta ahora en el país. Ya en el especial de las elecciones, los chistes tenían la acidez política y social que se le conocía a la sitcom, con un maravilloso chiste sobre la comentarista conservadora Ann Coulter. También las referencias pop, con puñalada a Brangelina y coronación a Katy Perry incluidas, prometían un plantel renovado de chistes para una posible vuelta de la serie a la parrilla de NBC. Y por ahora, muchas de las redes sociales (Instagram y Snapchat) y apps (AirBnb) inventadas desde 2006 ya se han hecho un hueco en el nuevo avance, aunque falta ver en qué magnitud impactarán a las vidas de los personajes.
Y quedaría también por determinar, pues NBC no se ha pronunciado al respecto, si Will & Grace repetirá números musicales como el del tráiler en alguno de los episodios del revival. La versión de «As If We Never Say Goodbye» [traducción literal: como si nunca hubiéramos dicho adiós], del musical Sunset Boulevard, queda perfecta como complemento a la idiosincrasia ya de por sí fascinante de la serie, con lo que canciones de Broadway versionadas serían un añadido más que bienvenido.
Texto editado de Vanity Fair