Cuando lo cogió, vio que era un caballito de mar necesitado de ayuda. La niña lo puso en el cubo que usaba para jugar con la arena, lo llenó de agua y se lo llevó a su madre.
Llamaron al Acuario Marino Clearwater (CMA). Tras examinarlo bien, resultó ser un caballito de mar estriado hembra, que suele cambiar de color para adaptarse a su entorno. Antes de acabar en la orilla, debió vivir en esponjas marinas de color rojo y naranja, de ahí su color.
“Las oportunidades de sobrevivir tras caer del pico de una gaviota en la arena son pequeñas,” dijo Don Stansell, biólogo marino, a The Dodo. “Es increíble porque todo ocurrió en el momento justo, probablemente en un intervalo de unos 2 minutos como mucho, para que ella haya podido sobrevivir.”
Una semana tras su rescate, el caballito comió por primera vez, y cambió de color a amarillo brillante para adaptarse a su nuevo entorno. El personal del acuario le ha puesto hasta una webcam, y la recuperación del caballito de de mar se emitió en directo en la página de Facebook de CMA.