Debe ser una de las instituciones del Estado que literalmente se estancó en el siglo XIX: La Cancillería de la República, donde aún se habla de los “empolvados” como se refieren a los diplomáticos de carrera y que ahora, tras varios años de anuncios podría modernizarse, de hecho el primer intento por modernizarla fue en 2008.

Durante la administración pasada (Alfredo Moreno) manejó la Cancillería como una suerte de oficina comercial donde todo el esfuerzo principal de las misiones nacionales en el exterior se enfocó a los «preciados» negocios, olvidando cuestiones tan o más trascendentales para la Nación, como la cuestión Antártica, las relaciones con Bolivia, Perú y la región sudamericana, cuestiones en que Torre Tagle (Cancillería de Perú) le lleva una gran vantaja al «Edificio CArrera», más aún, incluso la pequeña Cancillería de Bolivia ha logrado ser más eficaz que la santiaguina, dejando al desnudo la precariedad de la diplomacia chilena que sigue viviendo -como muchas otras instituciones- en supuestos pasados gloriosos. Lo cierto es que la Cancillería de Chile no tiene mucho de que vanagloriarse porque las derrotas son constantes y contundentes, es cosa de ver lo que pasó con Perú, Argentina y Bolivia.

Pareciera ser que ahora se quiere enmendar el rumbo perdido y la propuesta –que se encuentra en segundo trámite- aborda cambios sustantivos y progresivos en la estructura y funcionamiento de la Cancillería en sus facetas políticas, económico-comerciales, de cooperación, fronteras y las relativas a la Antártica, señala la información oficial.

«Este es un momento muy importante para Chile, para su política exterior, pero también para el desarrollo nacional, que se basa en la apertura al mundo», afirmó el Canciller Heraldo Muñoz tras terminar su presentación ante la Comisión del Senado. «Necesitamos una Cancillería para el siglo XXI, una Cancillería moderna, eficiente, más flexible», agregó.

El proyecto está conformado por cuatro áreas.

La primera de ellas reforma la estructura institucional de la Cancillería y busca reforzar el rol coordinador del Ministerio de Relaciones Exteriores en relación a los otros Ministerios y órganos de la administración del Estado en todos los asuntos que inciden en la política exterior.

La segunda área reforma el Estatuto del Ministerio. Contempla, entre otras materias, mejorías en términos de cargos, competencias, asignaciones y programas de perfeccionamiento. También establece normas acerca de la destinación del personal a contrata y considera el beneficio de asignación familiar a los cónyuges de las funcionarias del Servicio Exterior, en el caso de que éste no esté facultado para trabajar por la normativa del país de destino.

El tercer aspecto que conforma el proyecto es la creación de la Subsecretaría de Relaciones Económicas Internacionales, la cual será el órgano de colaboración inmediata del Canciller en materia de relaciones económicas internacionales. Esta Subsecretaría contará con dos servicios: la Dirección General de Asuntos Económicos Internacionales y la Dirección General de Promoción de Exportaciones, con sus respectivas Oficinas Comerciales en el Exterior y Direcciones Regionales.

Finalmente, el proyecto incluye la Reforma al Estatuto de la Agencia para la Cooperación y el Desarrollo (Agcid), a la Dirección de Fronteras y Límites del Estado (Difrol) y al Instituto Antártico Chileno (Inach).

En el caso de la Agcid, se introducen modificaciones en relación a las atribuciones tanto de la Agencia como de su Director Ejecutivo y del Consejo. En tanto, los Directores de Difrol y la Inach tendrán flexibilidad en la organización interna de los Servicios. Además, se amplía la facultad de la Inach para asesorar y prestar servicios dentro del ámbito de sus competencias a los órganos del sector privado y a universidades e instituciones científicas extranjeras.

«Hemos hecho un trabajo importante para defender la soberanía y los intereses nacionales, pero necesitamos estar al día con los cambios internacionales, con la era digital, con los desafíos para exportar más y mejor, para traer más inversiones, para tener una conversación sobre buenas prácticas», señaló el Ministro.

Muñoz explicó que «hemos dado un paso muy grande hoy al presentar formalmente este proyecto de ley que trata de retomar lo mejor de la experiencia internacional para tener una Cancillería al día, una Cancillería moderna que nos sirva para el desarrollo integral, sustentable que buscamos». Asimismo, manifestó que espera que los trámites que se realizarán durante las próximas semanas y meses «sean lo más expeditos posible para que esto se transforme en realidad».