Esto se debe a que existen tonos que lucen mejor en ciertos genotipos basados en la teoría estacional con el fin de potenciar nuestra belleza individual; ya seas invierno, otoño, primavera o verano existen gamas diseñadas especialmente para lograr iluminar y resaltar lo mejor de ti, lo único que necesitas saber es algo tan básico como tu color de ojos, piel y cabello ¡así de simple!
Si tienes una belleza similar a la de Blanca Nieves, tienes el cabello oscuro, tez clara y ojos marrones o azules, te contamos que eres invierno, por lo que te recomendamos utilizar tonos en gamas frías intensas, como el rojo, azul marino, esmeralda o gris ceniza.
Si tienes tonalidades cálidas y tienes el cabello rubio, rojizo, marrón o el tan de moda balayage, piel morena o con tonalidades doradas y ojos marrones o colores miel ¡Eres otoño! Por lo que tus tonos a utilizar deben ser en la gama de los anaranjados, corales amarillos, dorados y marrones.
Si tus tonalidades son similares a las de Nicole Kidman o Kate Hudson, tienes melena rubia o rojiza, ojos en tonalidades verdes, pardos verdosos o azules y tu tez es blanca con pigmentación crema o dorada ¡Eres primavera! Por lo que te recomendamos utilizar colores suaves y cálidos como el salmón, beige, marfil y pistacho.
Si tienes una belleza nórdica, tienes una tez muy blanca y tiendes a ponerte roja muy rápidamente bajo el sol, ojos azules o verdes y cabellera rubia platinada o en tonalidades grisáceas ¡Eres verano! Y los colores que potencian tus rasgos son los tonos fríos suaves, como el lila, gris perla, rosa palo o celeste.
¡Ahora que ya sabes cómo potenciar tus rasgos te invitamos a ponerlos en práctica!