Este sábado el diario Le Parisien tituló «Vente de sous-marins au Brésil : une enquête pour corruption est ouverte» La investigación en Francia la lleva adelante la Fiscalía Nacional Financiera desde el otoño de 2016 e indaga el contrato de venta de cinco submarinos a Brasil. El acuerdo firmado por los gobiernos de ambos países en 2009 fue por 6,7 ​​mil millones de euros, que podría haber dado lugar a sobornos para la adjudicación de los contratos. La sospecha surge debido a que es Odebrecht la compañía brasilera la responsable de la implementación y construcción de los sumergibles en la base brasileña de Itaguaí.

La jefa de la fiscalía nacional financiera gala, Eliane Houlette, estuvo hace poco en Brasil al frente de una delegación de la que también participó Thomas de Ricolfis, jefe de la policial oficina anticorrupción (Oclciff).

El 9 de mayo el procurador general de Brasil, Rodrigo Jano, al referirse a la visita de los franceses, través de un comunicado informó la posibilidad de desarrollar investigaciones conjuntas sobre «casos concretos» de corrupción que «afectaban a ambos países».

El acuerdo involucra a DCNS -el principal grupo de construcción naval en que el Estado francés es el principal accionista para el suministro de cinco submarinos en Brasil y de convenios de transferencia tecnológica, la construcción de un astillero y una base militar.

La investigación preliminar por el PNF pretende hechos de «soborno en el extranjero». Claramente, los jueces franceses se preguntaron si no se pagaron sobornos para ganar este mercado. Y si la operación no haya dado lugar al pago de comisiones ilegales.

Según Le Pariesen, este sábado contactaron a DCNS quien señaló que «nada que ver con el caso» lava Jato»(Nota: el nombre de la investigación principal de la corrupción en Brasil). «DCNS respetada en todo el mundo escrupulosamente las normas de derecho», agregó la compañía.

Otra vez el gigante Odebrecht en la mira

Luego del acuerdo Francia-Brasil se crea un consorcio en septiembre de 2009, por medio de una asociación con Francia, el programa abarca la fabricación del primer submarino nacional con propulsión nuclear, a partir de un proyecto francés, que se perfeccionará. La construcción de la embarcación le corresponde a Itaguaí Construções Navais, empresa cuyos socios son la empresa francesa DCNS, una de las mayores compañías navales del mundo, y Odebrecht. Prosub es la prioridad actual de la Armada brasileña y ya tiene su primera etapa concluida.

La fabricación del submarino se realiza en la Base Naval de Itaguaí, en Río de Janeiro, que incluye un astillero que se construyó exclusivamente para esa finalidad. Se prevé que los trabajos comiencen en el próximo año, finalizando en 2023. Además de la embarcación de propulsión nuclear, Prosub prevé el desarrollo de otros cuatro submarinos convencionales, movidos a electricidad y a diesel. Los tres primeros están en producción; el último debe comenzar a producirse en el primer trimestre de 2016, según Odebrecht.

Ahora bien, El Clarín de Argentina publicó el 20 de abril pasado la principal pista que investigan los franceses:
Las autoridades francesas investigan ahora si la empresa pública DCNS (Dirección de Construcciones Navales) se vio involucrada en actos de corrupción en los contratos celebrados con el gobierno brasileño. Ocurre que uno de los 78 ex ejecutivos de Odebrecht que se prestaron a realizar delaciones (a cambio de condenas más suaves), reveló que hubo un pago de 40 millones de euros a un lobista brasileño que realizó los primeros contactos entre la firma francesa, que es una sociedad mixta con mayoría estatal. El lobista en cuestión es José Amaro Pinto, un hombre muy ligado a políticos de la socialdemocracia (PSDB), según informó el diario O Globo. Benedicto Barbosa Júnior, sostuvo que los directivos franceses exigieron el pago a Pinto, como condición para firmar los acuerdos. Sostuvo también que ese dinero fue utilizado por el lobista para distribuir “sobornos” entre algunos almirantes de la Marina brasileña. “Creo que José Amaro tenía algunos almirantes que lo ayudaron a concebir el proyecto nuclear”, contenido en el convenio, sostuvo Benedicto.