Su vida parece sacada del guión de una película de Hollywood. Nació en el seno de una familia acomodada, fue héroe de guerra, diputado, senador y finalmente presidente. John Fitzgerald Kennedy fue un personaje emblemático en la política internacional, su memoria aún persiste luego de su trágica muerte.
Nació en Dallas, el 29 de mayo de 1917, fue el segundo de los nueve hijos de la pareja conformada por Rose Fitzgerald y Joseph Patrick Kennedy, su padre era un financista que fue embajador de los Estados Unidos en el Reino Unido, durante la gestión del presidente Franklin Delano Roosevelt.
Antes de entrar a la política, se enlistó a la marina de los Estados Unidos en 1941, fue herido en el Pacífico y fue condecorado como héroe de guerra por conducir a la tripulación sana y salva estando herido.
Tras completar sus estudios en la Universidad de Harvard, en Boston, fue electo diputado con apenas 29 años por el Partido Demócrata. Completó los seis años que le asignaba su banca en el Congreso, y en 1952 dio un nuevo paso en su carrera al ser elegido como Senador por el estado de Massachusetts. Siendo un ferviente defensor de la clase trabajadora.
Poco a poco, su imagen comenzó a tomar mayor relieve en el panorama político de un país que todavía sufría algunos resabios de la Segunda Guerra Mundial. A un año de ser electo como senador, se casó con Jacqueline Bouvier, con quien posteriormente tuvo dos hijos: John Jr. y Caroline.
En 1960, su maratónico ascenso en el Partido Demócrata lo ubicó en la contienda presidencial. En las elecciones venció por estrecho margen al por entonces vicepresidente de la Nación, Richard Nixon.Y con apenas 42 años, se convirtió en el presidente más joven de los Estados Unidos.
Sus grandes logros durante casi tres años de gestión, destacó haber llegado a un acuerdo diplomático con la Unión Soviética de Nikita Jrushchov. Había recibido un complejo problema de la gestión de Dwight D. Eisenhower en plena Guerra Fría, con la llamada «Crisis de los Misiles».
El gobierno encabezado por Kennedy impuso en 1962 un bloqueo naval en la isla, ya que allí los soviéticos habían instalado misiles capaces de alcanzar los EEUU. Finalmente, el presidente Kennedy llegó a un acuerdo por la vía diplomática, y acordó levantar el bloqueo y no invadir Cuba, siempre y cuando la Unión Soviética garantizara el desmantelamiento de las armas.
Este hecho tuvo gran relevancia en su gestión presidencial y un avance significativo en la historia, ya que por medio de ese acuerdo se dejó atrás el fantasma de la amenaza nuclear.
En 1963, sufrió un atentado a manos de Lee Harvey Oswald, el que lo asesinó de un disparo, mientras se encontraba a bordo de un auto convertible junto a su esposa, encabezando un desfile por las calles de Dallas, mientras hacía campaña para su reelección.
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