«Sólo yo puedo contar mi historia«, ha dicho la también actriz y directora después de que The Hollywood Reporter anunciara en exclusiva el proyecto de la major de Hollywood. El estudio se hizo este fin de semana con los derechos del guión Blonde Ambition, un libreto escrito por la debutante Elyse Hollander que encabezó el año pasado la Blacklist, una lista que recoge los guiones más respetados por los ejecutivos de la industria pero que no han conseguido producción.
La historia de Blonde Ambition repasará los difíciles años de la artista en la Nueva York de primeros de los ochenta, cuando todavía era una cantante desconocida. Desde su paso por una fracasada banda de rock hasta su mítica actuación de «Like a Virgin» en los MTV Music Video Awards de 1984, pasando por el lanzamiento de su primer álbum de estudio, Madonna.
Pero Madonna ha asegurado en Instagram que «nadie sabe lo que yo sé y he visto», con lo que la cantante deja claro que la versión no-oficial de sus comienzos no contará, por ahora, con su aprobación o su anecdotario personal.
Los veteranos productores Michael De Luca, que hace unos meses lideró la producción de la gala de los Oscars, y Brett Ratner, cuyo historial no está exento de controversias y que dirigió a Madonna en el videoclip de «Beautiful Stranger», se enfrentan ahora a una legión de fans de Madonna que saben que la cantante no quiere saber nada de su película. «Cualquier otro que intente [contar mi historia] es un charlatán y un tonto. Buscar recompensa instantánea sin hacer el trabajo. Esa es la enfermedad de nuestra sociedad», ha finiquitado Madonna.
