Es lunes, justo cuando se deja sentir el fuerte temblor de 6,9° Richter y tras un largo debate sobre si el centenar de sismos que se han dejado sentir en la zona de Valparaíso obedece a un enjambre o a una seguidilla de sismos, el Centro Sismológico Nacional publica en su sitio web un documento elaborado por Sergio Barrientos, director del CSN.
El informe señala:
Una secuencia de sismos sensibles se ha dejado sentir en las costas de la Región de Valparaíso desde el 22 de abril de 2017. El primer sismo, de magnitud 4.8, ocurre a las 19:59:56 horas y, desde entonces, se registraron seis sismos de menor magnitud, incluyendo un evento M4.8 a las 22:49 horas. A las 23:36 ocurre el mayor de la secuencia, de magnitud 5.9, frente a las costas de Valparaíso. Entre el comienzo de la serie y aquel de mayor magnitud ocurren 15 sismos localizados y publicados por el CSN hasta el momento (todos ellos de magnitud > 2.5) prácticamente en el mismo lugar, entre 30 y 40 km al oeste de Valparaíso (ver Fig. 1).
Posteriormente al sismo M5.9 ocurren más de 40 réplicas localizadas y publicadas por el CSN en las siguientes 14 horas, tal como se evidencia en la Fig. 2. El número de sismos por unidad de tiempo, en este caso por hora, muestra que la secuencia se comporta como escenarios que se han observado en otros terremotos en el pasado. En particular, una secuencia similar a ésta ocurrió en junio de 2003 asociada a un sismo de magnitud 5.5.
Después del máximo observado durante el período en que ocurrió el M5.9, la sismicidad comienza a decaer en función del tiempo, tal como lo han mostrado secuencias sísmicas anteriores ocurridas en el país. Lo más probable que la secuencia continúe su disminución, pero no se puede descartar la ocurrencia de sismicidad de mayor magnitud.
Contexto de grandes terremotos en la zona
A pesar de haber sido cuestionada por Kagan y Jackson (1991) y Rong et al. (2003), la hipótesis de “brechas sísmicas” propuesta por McCaan et al. (1979) se utiliza como concepto para describir la evolución del ciclo sísmico de grandes terremotos en diferentes zonas de subducción, del cual Chile forma parte. Esta última propuesta incluso fue actualizada por Nishenko et al. (1985) indicando zonas posibles de ocurrencia para Chile en sus zonas central y norte, donde ocurrieron los sismos de 1985 y 2014 respectivamente. De acuerdo a la visión propuesta inicialmente por McCaan et al (1979) -para una zona en particular a lo largo de una zona de subducción- mientras mayor intervalo transcurrido desde el último terremoto de gran magnitud, es más probable que ocurra otro de similares características. El conocimiento sismológico ha avanzado en estas últimas décadas y se reconoce el concepto de ruptura variable, es decir, una misma zona puede presentar tanto longitudes y anchos de ruptura como desplazamientos en la falla que difieren entre ciclos. Un ejemplo claro se presenta en la zona central de Chile; grandes terremotos que han afectado en esta región han ocurrido en 1647, 1730, 1822, 1906 y 1985. De esta secuencia, el que se destaca por su magnitud es aquel ocurrido en 1730 ya que su magnitud se estima cercana a 9 y fue el único que produjo un tsunami observable en Japón.
Las áreas de ruptura de los terremotos recientes de 2010 (Maule) y 2015 (Illapel) dejan una brecha que no ha sido activada entre Los Vilos y Pichilemu. Los terremotos más recientes que han ocurrido en esta zona son aquellos de 1971 y 1985, de modo que se encuentra en preparación el próximo terremoto significativo en esta región. Los lapsos transcurridos entre grandes terremotos de 83, 92, 84 y 79 años, entregan un promedio de un poco más de 80 años. Sin embargo, como la muestra posee apenas cuatro elementos, no se puede considerar como representativa ya que no se conoce el detalle da cada ruptura. En 80 años se acumulan alrededor de 5m de desplazamiento equivalente, a razón de 6,5 cm/año.
El escenario futuro más probable dentro de los próximos días es la continuación de la sismicidad de menor magnitud asociada a este evento de magnitud 5.9, aunque no se puede descartar la ocurrencia de sismos de mayor magnitud en la región.