Si hay algo cierto es que la moda ha sido peligrosa en muchos momentos antes de la historia. Tanto que llegó a ser mortal. Hoy, hacemos un recuento de las tendencias que hoy parecen inconcebibles pero que eran comunes hace unas décadas
Los corsés:
Usados para enfatizar la cintura de la mujer, según un estudio publicado en 1874, esta prenda tuvo hasta 97 reportes por su uso. Desde indigestión, mareos, falta de respiración y mareos hasta melancolía.
Los vestidos en color verde:
Este tono empezó a ser popular en la época victoriana pero malo para la salud. El verde únicamente se podía conseguir con el arsenito ácido de cobre. Los más afectados por el contacto con este pigmento fueron los sastres, pero incluso las mujeres que usaban este color sufrían el riesgo de envenenamiento.
El polvo blanco:
Usado por todas las mujeres –desde la clase media hasta la realeza– para lograr que la piel fuera lo más blanca posible. Hecho a base de plomo, el polvo era perjudicial para la salud al provocar manchas en la piel, alopecia, conjuntivitis y desgaste de los dientes.
Los pies vendados:
Esta costumbre era muy común en China y se practicaba en las niñas a partir de los siete años. Los dedos quedaban doblados debajo de la planta bajo siete centímetros de tela. Esto ocasionaba que terminaran quebrándose, produciendo intenso dolor, deformaciones, fracturas y hasta amputaciones.
El cuello rígido:
Las camisas con esta característica que se pusieron muy de moda en el siglo XIX, estaban extremadamente almidonadas hasta el punto de llegar a cortar el flujo sanguíneo de la arteria carótida.
Fuente: Harpers Bazaar