El experto en marketing de servicios y académico de la Universidad de Santiago, Dr. Enrique Marinao, sostiene que los recursos presentados por el Servicio Nacional del Consumidor (Sernac) para castigar supuestos incumplimientos de la normativa de estacionamientos son medidas “paliativas” que no solucionan el fondo del asunto.
Lo anterior significa que no se establece una diferencia entre quienes ofrecen estacionamientos como negocio principal y quienes lo hacen como complementario a su servicio, explica, afirmando que “tendremos que acostumbrarnos a que este tipo de acciones sucedan reiteradamente en el tiempo mientras no se corrijan los problemas del cuerpo legal”.
El Sernac decidió demandar a diez centros comerciales por incumplimientos a la nueva ley de estacionamientos, ya que existirían antecedentes de que se estaría cobrando por tramos no vencidos.
En ese sentido, la autoridad no descarta que exista “coordinación eventual para subir los precios”, en circunstancias que la mitad de los solicitados no habrían entregado la información que se les habría pedido. El organismo estima que, tras la entrada en vigencia de la normativa, hubo alzas en el cobro que alcanzaron hasta el 90%.
El especialista hace hincapié en que “una cosa es que sigan apareciendo demandas y otra, que la ley está mal estructurada”.
A su juicio, el problema principal es que la disposición no separa entre quienes ofrecen estacionamientos como negocio principal y quienes entregan el servicio como complementario a su rubro, como es el caso de malls y clínicas. En este último caso, estima que no debieran cobrar.
“Así como están planteadas las demandas, estamos enfrentando los efectos de una causa”, indica, agregando que “los efectos de que los empresarios, en su justo derecho, establecen los precios de acuerdo a la libertad que expresa la ley”.
Por eso, sostiene que la única solución posible es “corregir la ley en cuanto sea posible hacerlo, ajustarla. Ese es el trasfondo”.
Aunque reconoce que “el Sernac tiene que entablar estas demandas, porque tiene que cumplir su mandato” con los consumidores, insiste en que “como medida paliativa, no va en función de solucionar el problema”.
“En vez de generar relaciones de confianza entre empresarios y consumidores, la ley termina provocando un clima enrarecido entre las partes”, concluye.