A principios del siglo XX, los glaciares árticos eran una de las maravillas de la naturaleza más misteriosas y pendientes de descubrir. Tras 100 años de investigación, exploración y posterior explotación, los glaciares se han convertido en un evocador testamento de los efectos del cambio climático.
Christian Åslund, un fotoperiodista sueco que trabaja con Greenpeace, ha recopilado algunas fotos antiguas del Instituto polar noruego en la que se ven los glaciares de Svalbard, y junto a ellas ha colocado sus propias fotos en el mismo sitio, tomadas en 2002. Las diferencias son increíbles. Está usando estas fotos para promover #MyClimateAction, una campaña de National Geographic que anima a discutir sobre el cambio climático, y a protestar contra las compañías petroleras noruegas que están perforando en el Ártico.