Todo estaba listo para que este sábado se realizara el tradicional piscinazo que la reina del Festival de Viña, Kika Silva, iba a efectuar en el Hotel O’Higgins. Sin embargo, un grupo de vecinos de la toma «Felipe Camiroaga» de la Ciudad Jardín irrumpió sorpresivamente, lo que obligó a suspender el evento.

Los pobladores llegaron cerca del mediodía hasta la instalación hotelera para manifestarse en contra de la alcaldesa Virginia Reginato, a quien exigieron ayuda de parte del municipio que encabeza porque, aseguran, llevan dos años pidiendo que se les habilite luz eléctrica y agua potable en sus viviendas.

Tras una larga espera por parte de la prensa apostada en el lugar para cubrir el piscinazo, la producción del evento decidió cancelarlo por temas de seguridad, reprogramándolo para mañana domingo al mediodía en el mismo hotel.

En tanto, la reina del certamen viñamarino explicó que ella “estaba preparada para cumplir con el piscinazo, pero no estaban las condiciones de seguridad ni para mí ni para los periodistas y fotógrafos que cubren esta actividad”.

En ese sentido, precisó que “a pesar del cambio de planes, también es comprensible que las personas que estaban manifestándose busquen soluciones para sus demandas, porque lamentablemente vivimos en un país de contrastes y hay muchas necesidades no resueltas. De todas maneras, volveremos a prepararnos para cumplir el compromiso mañana”.

Luego que el tradicional piscinazo se suspendiera, un piquete de carabineros intervino con el objetivo de disolver la manifestación, lo cual concluyó con cuatro pobladores detenidos, pero estos anunciaron que repetirán las protestas mañana domingo con el mismo objetivo de conseguir mejores condiciones de vida.