«El viernes, el presidente dio una orden que prohíbe la entrada a EE UU a personas de siete países, incluyendo personas con permisos de residencia, y el sábado el presidente proyectó Buscando a Dory en la Casa Blanca. No me voy a poner política, pero sí diré que estoy en contra de una de esas dos cosas», dijo la presentadora, que pone voz a Dory en la versión original de la cinta.
«Esto es lo que espero que haya aprendido la gente que ha visto Buscando a Dory», dice como enviando una indirecta a la Casa Blanca.
Una hija que quiere reencontrarse con sus padres, que viven en otro continente
Para evitar hablar de política, DeGeneres decidió contar de qué va la secuela del éxito de Disney Nemo. «Dory vive en Australia. Estos son sus padres, que viven en EE UU. No sé cuál es su religión, pero su padre suena un poco judío. No importa».
Un muro para impedir la entrada de los que vienen de fuera
Dory llega a EE UU con sus amigos, pero se topan con un muro enorme que tienen que atravesar. «No os lo vais a creer, pero ese muro no consigue de ninguna manera dejarles fuera», subraya con ironía DeGeneres.
Gente que ayuda a quien lo necesita sin importar su color
Aunque Dory consigue entrar en EE UU, la separan de sus padres. «Otros animales le ayudan. Animales que no la necesitan, animales que no tienen nada en común con ella. Animales de colores completamente diferentes, porque eso es lo que haces cuando ves a alguien que te necesita: le ayudas», concluye la presentadora.
El vídeo de DeGeneres ha generado más de 5.600 comentarios en Facebook en las primeras 15 horas desde su publicación este martes, con opiniones muy polarizadas a favor y en contra del decreto del presidente Donald Trump. En Twitter, en el mismo tiempo, se compartió más de 14.000 veces, un dato especialmente alto, aunque la humorista es muy popular.
El domingo pasado DeGeneres compartió a través de su cuenta en esa red social su opinión sobre la orden ejecutiva del presidente.
Para mí, Estados Unidos es grande por la gente que vino aquí. No a pesar de ellos.
P.D. Mis abuelos eran inmigrantes. La mujer que nos está haciendo pizza ahora mismo es musulman. Y yo me siento agradecida hacia todos ellos.
