El domingo Corea del Norte celebró con gran despliegue comunicacional -como es es su costumbre- el lanzamiento de un misil de alcande medio, que podría haber llegado a los 500 kilómetros, según informó el Estaado Mayor de Corea del Sur que siguió el curso del misil. La prueba se hizo en el Mar de Japón y generó una seguidilla de reacciones condenatorias a esta nueva provocación del régimen norcoreano.

Tras una ola de repudio que incluyó a todas las potencias mundiales, el Consejo de Seguridad de la ONU se reunió de urgencia este lunes y resolvió condenar el nuevo lanzamiento de Corea del Norte de un misil de medio alcance e imponer nuevas «medidas significativas» contra ese país asiático con capacidad nuclear.

El Consejo concluyó, de manera unánime, que el ensayo norcoreano del domingo en la madrugada supone una «grave violación» de las obligaciones internacionales del país, al que la comunidad internacional le reclama frenar todo tipo de desarrollo militar que fortalezca su capacidad nuclear.

El texto final también advierte que podrían imponer nuevas «medidas significativas» contra Pyongyang, aunque no da detalles sobre cuáles serían, informa una nota oficial de la ONU.

Una de las voces más duras del debate que se dio en el Consejo de Seguridad fue la de la embajadora estadounidense ante la ONU, Nikki Haley quien señaló que: «Llamamos a todos los miembros del Consejo de Seguridad a utilizar todos los recursos disponibles para dejar claro al régimen norcoreano -y a sus habilitadores- que estos lanzamientos son inaceptables», reclamó en un comunicado.

Haley sostuvo que «es momento de responsabilizar a Corea del Norte, no con nuestras palabras, sino con nuestras acciones».

Tal preoucupación provocó esta nueva prueba militar que China y Rusia -aliados de Corea del Norte-, se sumaron al rechazo generalizado de la comunidad internacional por el nuevo ensayo misilístico de Pyongyang, de hecho la cancillería de Moscú emitió un duro comunicado señalando que: «Consideramos el lanzamiento del misil realizado por Corea del Norte el 12 de febrero como un nuevo menosprecio a las exigencias contenidas en las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU. Ello es lamentable y no puede dejar de causar preocupación» sostuvo.

Por su parte el secretario general de la ONU, el portugués António Guterres, condenó el lanzamiento a través de un comunicado oficial, señalando que «esta acción es una nueva violación de las resoluciones del Consejo de Seguridad».

El titular de Naciones Unidas aseguró que la acción norcoreana es una violación preocupante de las resoluciones del Consejo de Seguridad y que ese Estado debe regresar al pleno cumplimiento de sus obligaciones internacionales para avanzar hacia la desnuclearización de la Península de Corea.

El Secretario General hizo un llamado a la comunidad internacional para que siga abordando esta situación de manera unida.