El ex presidente de la Asociación de Industriales Pesqueros (Asipes), Luis Felipe Moncada Arroyo, conoció a la senadora de la UDI, Jacqueline van Rysselberghe, desde que estudiaba Derecho en Concepción.
En esa misma época, el joven ultra católico conoció a Jaime Guzmán. La amistad entre ambos prosperó hasta el asesinato del senador.
Moncada ingresó en 1990 a la Asociación de Industriales Pesqueros (Asipes). Estuvo vinculado 26 años a Asipes. Consultado por dos periodistas de La Tercera sobre por qué renunció a la gremial, contesta: «La verdad es que esto se empezó a conversar hace un año, porque tengo una inversión frutícola en el sur que adquirí hace 10 años y a la que me quiero dedicar el tiempo que viene».
Difícil de creer si se toma en cuenta que su dimisión ocurrió en medio del llamadado caso «Asipes» que dice relación con la investigación que impulsa la fiscalía ante eventuales delitos tributarios y cohecho de las empresas pesqueras de la zona centro sur con políticos, cuando se tramitaba la actual Ley de Pesca.
Su nombre aparece relacionado con la presidenta de la UDI, senadora Jacqueline van Rysselberghe, y el ex subsecretario de Pesca Raúl Súnico, quienes intercambiaron con él correos electrónicos que trataban temas de interés del sector pesquero.
Ante la pregunta directa: ¿Coordinó aportes legales o ilegales a parlamentarios por parte de las pesqueras industriales que conforman Asipes?, Moncada sabe que puede ser citado a declarar: «No me voy a referir a ningún aspecto de la investigación que llevan adelante los fiscales, pero afirmo categóricamente que nunca he participado en alguna actividad contraria a la ley».
Sobre la influencia que podía tener Asipes con los parlamentarios, se defiende: «En la ley del 2012, que nosotros hayamos entregado planteamientos escritos, minutas, cuestiones, eso se hacía, si así se legislaba, así se legisla. Ahora está más normado por la Ley de Lobby, pero en una ley de cualquier tipo, de los más variados aspectos que ustedes consideren, las personas que tienen un interés involucrado hablan con los parlamentarios, entregan minutas, y los parlamentarios las hacían suyas si querían, y si querían, no las hacían suyas, y así es la labor de convencimiento».
«En el fondo era una labor de argumentación y de convencimiento, sea verbal, sea escrita, a través de minutas; nosotros enviábamos nuestro periódico y él poníamos en colores las posturas, páginas enteras en donde decíamos lo que opinábamos de una cosa o de otra, lo que el gremio estimaba positivo, negativo, de cómo iba avanzando la ley además», agrega.
Si bien dice que no es «lobbista» su nombre aparece en el registro de Lobbistas. Al respecto, señala que «como gerente o presidente del gremio tenía la calidad de “gestor de intereses particulares”, en este caso de los industriales pesqueros, conforme define la Ley del Lobby».
El ex presidente de Asipes confirma que conoce desde «hace años» a la senadora Van Rysselberghe. «Nos conocimos en la universidad, cuando yo estaba saliendo. Tenemos una relación de amistad».
«Ella me pidió mi opinión, y por el que hoy día se ha armado un gran ruido, es una ley en la cual el sector industrial no tenía intereses involucrados, que era el proyecto de pesca con línea de mano de jurel para los artesanales. Me lo pidió a título personal sabiendo que yo tengo una larga trayectoria en materia pesquera y mi respuesta tiene que ver con un aspecto de conservación y de mejor fiscalización de las capturas dentro de la ley, en línea con lo que se había aprobado en 2012, ese es mi intercambio que ha producido gran ruido en el último tiempo, no es más que eso», afirma Moncada.
«El intercambio es de varios correos, y ella me hace algunas preguntas y yo le respondo desde el punto de vista técnico. Si una persona, en el caso mío, a título personal, no puede dar una opinión a un parlamentario sobre un tema en el cual tiene experiencia, un tema en el cual hay bastante poca expertice en Chile, sencillamente no sé cómo podrían los parlamentarios aproximarse a los temas más complejos», insiste.
«Ella estimó que tenía un experto a la mano, que era yo, nos conocemos hace 25 años, o quizás más, entonces eso fue. Ahora, probablemente hoy día con la Ley de Lobby sería distinto, en ese minuto no estaba vigente, pero fue, como digo, un cambio absolutamente centrado en un tema en donde yo contestaba en lo personal y en la cual la Asipes como tal no tenía un interés involucrado (…) haga fe usted o no, usted valorará si lo que yo estoy diciendo o si lo que ha dicho la senadora Van Rysselberghe suena o no razonable. Y lo concreto es que las indicaciones que al final se aprobaron no fueron presentadas por ella. Y fueron aprobadas por unanimidad. Ella, entiendo, planteó una opinión que otros senadores también llevaron, es decir, las mismas posiciones, consultando a otras personas que no sabemos quiénes son»,concluye.