La senadora y presidenta de la Democracia Cristiana, Carolina Goic, aceptó el desafío que ser abanderada presidencial de su colectividad, pero echa por tierra la posición que pretende imponer Ignacio Walker de que la carta falangista compita en primera vuelta y no en una primaria de la Nueva Mayoría.
En entrevista con La Tercera, la timonel de la DC explica que la motivación para aceptar ser la carta de su partido se debe a la solicitud formal que le hicieron los dirigentes de Magallanes con el “sello de las regiones” y la carta firmada por 12 de los 15 presidentes regionales de la colectividad.
Ante estos hechos, la senadora afirma que “hoy, más que una reflexión, lo que puedo es dar una respuesta en función de todo esto que he planteado y que es que asumo el desafío de ser candidata presidencial de la DC”.
En ese sentido, explica que las condiciones para asumir la candidatura es la unidad partidaria, donde “hay un ánimo colectivo que vimos en la elección interna, en el trabajo programático en el que se han movilizado nuestro expertos, nuestros técnicos. Es fundamental que exista unidad partidaria, en que trabajemos todos juntos en un proyecto que, además, es un proyecto colectivo. Cuando planteo mi posición es también en esa lógica. Esto no es un proyecto personalista o individual, sino que es ponerse al frente aportando mi capacidad, mis ganas, mi entusiasmo, mi experiencia también, pero encabezando un proyecto que es un proyecto que construimos en conjunto, que representa a la totalidad de la DC”.
Respecto a no sumarse a ninguna de las opciones presidenciales dentro de la NM, Goic sostiene que como partido “tenemos el acuerdo de llevar una candidatura y eso no es solamente una cosa romántica”.
“No me imagino un partido con la historia que tenemos nosotros, con la capacidad de propuestas y que –además- ha demostrado ser capaz de dar gobernabilidad, que se reste, que no ponga sobre la mesa lo que hemos ido trabajando durante estos meses que es cómo recuperamos la confianza en la buena política. Y eso se hace combatiendo la corrupción, con capacidad de diálogo, recuperando la solvencia técnica en las propuestas. Queremos un país que enfrente cambios profundos, pero que lo hace en forma gradual, convocando a todos los actores, no solo a los políticos, también a la sociedad civil: empresarios, académicos. Quiero también plantearlo desde la lógica de la responsabilidad política: estamos en un momento en que la política esta desprestigiada, pero yo soy de las que creo que revalidamos la política desde dentro, demostrando que nosotros podemos hacer las cosas bien y que queremos hacer las cosas bien”, precisa.
A pesar que deja en la entrevista la puerta abierta para que sea la junta nacional la que decida si el candidato DC va a competir en primera vuelta, la presidenta de la tienda oficialista sostiene ser partidaria de participar en primarias de la coalición de gobierno.
“Creo firmemente en la importancia que ha tenido la alianza de la centroizquierda para la gobernabilidad y desarrollo de nuestro país. Creo que es importante mantenerla y eso significa sumar fuerzas y llegar a una primaria y tener un candidato único de la fuerza de centroizquierda”, menciona la senadora.
Sin embargo, explica que para lo anterior se requiere “una discusión previa respecto del tipo de coalición que formamos y ahí el planteamiento que he hecho a los presidentes de partidos de la Nueva Mayoría respecto a que nos falta un proceso de autocrítica profundo y de redefinición en nuestras relaciones para dar sustento y seguridad respecto de lo que queremos hacer hacia delante. Esto requiere una conversación en términos muy claros respecto de un acuerdo programático, un acuerdo parlamentario, pero sobre todo recuperar la disciplina en que nos ponemos de acuerdo y somos capaces de trabajar y cumplir esos acuerdos, en que procesamos previamente nuestras diferencias, en que compartimos una mirada país”.
Y aclara que su candidatura no la asume desde la lógica testimonial, sino que desde la convicción que la DC tiene un papel que jugar en el actual momento de la política, añadiendo que “esto también tiene que ver con el reencuentro que hemos tenido como partido, que es lo que siento que hemos construido durante estos meses y ser capaces de potenciar eso. Quiero ser muy clara en esto. Esto no es un desafío que uno asume sola o que se puede construir solo. Esto requiere de una construcción colectiva y de muchas manos, de muchos corazones y de mucho esfuerzo”.
Además, insiste en la necesidad de “recuperar la disciplina” partidaria en referencia a la existencia de sectores y militantes de la DC (como es el caso de Humberto Burotto) que están por apoyar al senador Alejandro Guillier, quien aparece como la mejor carta del conglomerado para enfrentar las próximas elecciones presidenciales.
“A mí me parece que allí hay una situación que no es aceptable. Si tú estás dentro de un partido, asumes las reglas de ese partido, de ese colectivo. Para decirlo en términos muy coloquiales: es como pedirle permiso al marido para pololear. Eso no puede ser, o sea tú estás casada o no estás casada. Y creo que ahí lo que corresponde, también en la lógica de la transparencia, es asumir eso con mucha franqueza: si tú quieres trabajar por otro candidato que no es el del partido, no puedes hacerlo siendo militante del partido. Eso es muy claro, ahí no hay dos lecturas”, aclara la actual candidata presidencial de la falange.
Y explica que la DC no puede renunciar a estar presente en la decisión del candidato y despejar el camino para apoyar a Guillier, ya que “parte de la vocación de un partido es poner nuestras ideas sobre la mesa y aportar con ello desde la construcción de nuestros liderazgos”.
La legisladora aprovecha también la oportunidad de repasar a Guillier, indicando que “hay algo en que tengo una aproximación distinta y es que a mí no me parece que puedas enfrentar desafíos políticos como desde fuera de la política. Él es senador, ya es candidato presidencial oficialmente de un partido político, el Partido Radical. Soy de las que cree que hay que validar la actividad política, lo digo con orgullo. Es en tiempos difíciles para la política, donde la política aparece más débil, que nuestra reacción no tiene que ser escapar, renegar de nuestra actividad, sino que, muy por el contrario, tenemos que mostrarnos más fuertes, más unidos y sobre todo dar señales muy claras de cómo se recupera la buena política”.