El empresario y showman, Donald John Trump, se transformó este jueves en el 45 Presidente de Estados Unidos y se instala en la Casa Blanca con un discurso que apunta al nacionalismo y el populismo, afirmando de paso que a partir de “hoy se transfiere el poder al pueblo”.
Siguiendo con su estilo frontal y sin “pelos en la lengua”, Trump utilizó el momento solemne que usan los Mandatarios para enviar un mensaje de unidad para apuntar y disparar contra las élites en Washington, mencionando ser el representante de los perdedores de la globalización y que el eslogan ahora será “América Primero”.
El nuevo Presidente dijo que “los hombres y mujeres de nuestros país dejarán de estar olvidados” y que “nunca volverán a ser ignorados”, con una clara alusión al acercamiento de la primera magistratura de EE.UU. con la ciudadanía que lo respaldó en las elecciones en las que derrotó a la candidata demócrata, Hillary Clinton.
Uno de los puntos altos de su discurso fue cuando señaló que Estados Unidos era un país en un estado de crimen y caos, apuntando a las élites a las que acusó de haberse enriquecido y maquinado a espaldas del pueblo.
“Vamos a quitarle el poder a Washington y devolvéroslo a vosotros, el pueblo americano”, sostuvo Trump, agregando que “el 20 de enero de 2017 será recordado como el día en que el pueblo se convirtió de nuevo en el gobernante de la nación”.
Dentro de los hitos de la toma del mando destaca el momento del juramento, cuando Trump colocó su mano sobre dos ejemplares de la Biblia, una que perteneció a Abraham Lincoln y la otra que le regaló su madre.
Los analistas explican que el tono usado por Trump en su discurso era pesimista y apocalíptico, ya que en una parte sostuvo que “esta carnicería americana se detiene aquí y ahora”, refiriéndose a que el país está siendo azotado por problemas como el cierre de fábricas, una educación deficiente y las drogas.
Además, los expertos en asuntos internacional apuntan a que el discurso de Trump también puntos que pueden ser considerados bastante nacionalista como cuando precisó que “hemos hecho ricos a otros países mientras la riqueza, la fuerza y la confianza en nuestro país desaparecía del horizonte”.
“A partir de ahora, será ‘América primero’. Cada decisión que tomemos en comercio, impuestos, inmigración, asuntos exteriores se tomará en beneficio de los trabajadores americanos y de las familias americanas”, señaló.
Hay que señalar que Trump se transforma en el nuevo Mandatario con más baja popularidad en cuatro décadas, a lo cual se suma la fuerte división social que se expresó hoy en las protestas en las calles y el boicot a varios congresistas demócratas.
Hasta el momento, la asunción de Trump estuvo marcada por las manifestaciones de sus detractores como un discurso populista y nacionalista, pero lo más fuerte comienza el próximo lunes cuando se dé inicio con fuertes medidas como la retirada del acuerdo comercial con 11 países de la cuenca del Pacífico y decretos que insten a construir el muro en la frontera con México y revocar Obamacare, la ley sanitaria de Obama.