Una de las manifestaciones más comunes de estos problemas estivales es la aparición de malos olores en la cocina, especialmente desde el sifón del lavaplatos. Esto se debe a que las bacterias necesitan algunas condiciones para proliferar, como una temperatura adecuada, la existencia de nutrientes, humedad y un PH óptimo. En el caso de las bacterias más frecuentes en los alimentos, la temperatura óptima de crecimiento es de 37º C, por lo que, con la llegada de la temporada de calor, la cocina se vuelve un foco importante de estos diminutos seres.
“Al subir la temperatura aumentan las bacterias y se reproducen más rápido, subiendo el riesgo de enfermedades, malos olores y contaminación cruzada de los alimentos, por lo que es fundamental aumentar la frecuencia y profundidad de la desinfección. En esta línea es necesario desinfectar las superficies antes y después de preparar alimentos, utilizando lavaloza con desinfectante y limpiadores de superficies que no solo remuevan la suciedad visible, sino que desinfecten en profundidad”, comenta Marcial Fernández, de Productos de limpieza Excell.
Los ácaros del polvo, por su parte, aman vivir en lugares húmedos y tibios, por lo que el verano es también su época más fecunda, cuando existe una humedad del aire sobre el 70% y una temperatura por sobre los 21°C. Así, se hace fundamental la constante ventilación de los espacios y la utilización de productos especializados que los eliminen. Dada su alta resistencia y adaptabilidad, así como la dificultad para exponer los colchones y almohadas a las temperaturas necesarias para su eliminación (sobre 60°C), los expertos recomiendan el uso de productos como el Perfumante de Telas y Ambientes con efecto Antiácaros, que es el único en Chile que, además de dejar un agradable aroma, elimina el 99,9% de estos desagradables compañeros de habitación,
Al igual que las bacterias y ácaros, la proliferación de insectos y arácnidos en temporada de calor es también un problema para mantener nuestra casa limpia y desinfectada. Sabemos que moscas, zancudos y otros pequeños voladores y rastreros, posan sus patas sobre muchas superficies desagradables a lo largo del día, acarreando luego esos agentes de infección a nuestra casa, e incluso a nuestra piel.
Por ello, para mantener a nuestra familia segura y protegida de estos focos de infección, la limpieza cotidiana de todas las superficies expuestas es determinante. “ Alfombras, pisos, baldosas, cerámicos, las superficies de la terraza, donde pueden haberse posado insectos, pájaros, e incluso ratones, deben ser aseados en conciencia, con limpiadores de pisos con desinfectante que garanticen la eliminación de bacterias, es la única forma de evitar exponer a nuestras familias a estas amenazas que aumentan en el verano”, concluye Fernández de Excell Chile .
