Los efectivos de las Fuerzas Armadas constituyen un factor clave como recurso de segundo escalafón y retaguardia de los brigadistas de la CONAF para enfrentar los incendios forestales, es decir, cumplen funciones de control en la segunda línea, mitigación del siniestro y evitar su expansión, señala el Ministerio de Defensa Nacional.
Se trata de personal surgido de un proceso de selección físico, psicológico y médico, que los habilita como aptos para trabajos de alta exigencia física y estrés, con competencias para el combate de incendios forestales, con disciplina y jerarquía de mando, explica una nota oficial de Defensa.
En el combate de los incendios forestales están trabajando las denominadas Brigadas de Refuerzo de incendios forestales del Ejército, BRIFEs, unidades con total cobertura territorial, que tienen autonomía de despliegue (terrestre, aéreo y/o acuático) y logística propia (alimentación, alojamiento y telecomunicaciones).
Se trata de 52 del Ejército y 5 de la Armada integrados al Sistema de Operaciones de Ataque Ampliado y se activan a partir de las alertas (amarilla y roja) declaradas por el Ministerio del Interior, según instructivo de marzo del 2002 a partir de información proporcionada por la CONAF.
Existe un convenio de cooperación entre los Ministerios de Defensa y Agricultura para el combate de incendios forestales de gran magnitud, firmado en enero del 2003 por la entonces ministra, Presidenta Michelle Bachelet, para potenciar la acción de la Corporación Nacional Forestal (CONAF) en el combate de incendios forestales.
El pasado 18 de diciembre de 2016 se firmó una ampliación del convenio para contar con el apoyo de las BRIFEs durante todo el año, dado que ha habido un aumento de los incendios forestales a partir del cambio climático, permitiendo prolongar la operatividad y disponibilidad de las brigadas en apoyo de la CONAF, mejorando las capacidades de respuesta frente a fenómenos de esta naturaleza.
Hasta la firma del convenio hace ya 13 años, éste se realizaba con reclutas y clase con instrucción solo en el momento, sin equipo ni herramientas adecuadas, no obstante a partir de ese año el apoyo se realiza con brigadas previamente capacitadas e implementadas con vestuario y equipo de protección personal (EPP), similar al que utilizan las brigadas de CONAF
Situación actual
En virtud de los diversos focos de incendios forestales que han afectado, recientemente, de manera importante a nuestro país, la Presidenta de la República, Michelle Bachelet, decretó Estado de Catástrofe para las regiones de Valparaíso, de O’Higgins y Del Maule, con lo cual las Instituciones de las Fuerzas Armadas han intensificado su apoyo a la población en variados roles.
El 11 de enero pasado, tras el último incendio forestal que afectó Puertas Negras, se nombró al Contraalmirante Ronald Mc Intyre como Jefe de la Defensa para la región de Valparaíso, con el objetivo de tomar el control de la seguridad y velar por el orden público. Más tarde, el 20 de enero, se designó como autoridad de la Defensa al General de Brigada Gustavo Núñez Kocher en la región de O’Higgins y Javier Iturriagada del Campo en El Maule. Asimismo, se coordinó la instalación de los puestos de mando correspondientes en ambas regiones.
Las prioridades definidas por la ONEMI corresponden a las zonas de Cauquenes, O´Higgins, Nilahue–Barahona, La Palmilla, San Javier, Licantén y Hualañe. Junto con ello se decretó alerta roja para las siguientes comunas: Casa Blanca, La Ligua, Valparaíso, Curacaví, Pirque, Alhué, Paine, Buin, Vichuquén, Licanten, Empedrado, Hualañe, Bulnes, San Javier, Cauquenes y Alto del Carmen. En esta última por inundación y en las demás por incendios forestales.
A partir de estos hechos, las Fuerzas Armadas, a través de los Jefes de Defensa Nacional, quedaron habilitadas mantener la seguridad y el orden público, dictando directrices, además de ordenar el acopio y almacenamiento de reservas de alimentos, artículos y mercancías necesarias para la población en la zona, entre otras labores.
En el caso del Ejército, su principal función es concurrir —a solicitud del Director Regional de ONEMI— a un incendio forestal que se ha constituido en una emergencia (con Alerta) con Brigadas de Incendios Forestales de la Institución y/o Brigadas de Refuerzo de Incendios Forestales de la Armada (BRIFAR’s). Todas implementadas con vestuario, equipo de protección personal y herramientas manuales de combate, con la misión de seguir las indicaciones técnicas del Jefe de Incendio y supervisores de CONAF.
La Armada provee de embarcaciones, aviones y helicópteros para el transporte de brigadistas forestales y eventual rescate y/o evacuación de heridos del incendio forestal. Junto con esto, disponen de recursos necesarios y otorgan el máximo de facilidades a CONAF y organismos de apoyo en los incendios forestales que afecten áreas cercanas o dentro de sus propias instalaciones o predios (uso de pistas de aterrizaje, etc.).
La Fuerza Aérea apoya —a solicitud del Director Regional de ONEMI— con personal, recursos terrestres y aéreos las labores de evacuación y rescate de personas del lugar ante situaciones derivadas de una emergencia forestal. Además, mediante el FASAT Charlie, operado por el Grupo de Operaciones Espaciales (GOE) de la Institución, se han monitoreando permanentemente los incendios forestales. El sábado 21 de enero, el satélite chileno capturó imágenes de las zonas de Alhué (Región Metropolitana), Bulnes (Región del Biobío) y Galvarino (Región de Los Lagos), donde muestran en escala de 10×10 kms., el avance del fuego y cómo estos siniestros han consumido grandes cantidades de bosque haciendo una comparación temporal de las zonas afectadas.
El GOE mantiene un monitoreo permanente de las zonas afectadas por los incendios lo que le permite mantener informado en tiempo real a la Oficina Nacional de Emergencia (Onemi) y entidades gubernamentales.
Asimismo el Servicio Aerofotogramétrico (SAF) de la Fuerza Aérea también dispuso sus medios aéreos y tecnológicos para el monitoreo fotográfico y levantamiento aerofotogramétrico de la zonas afectadas, apoyando así los esfuerzos en la gestión del riesgo de incendios forestales.