La tecnología actual puede facilitarnos el teletrabajo, nos da la posibilidad de estar conectados aunque estemos en casa con un resfriado, nos permite tener una reunión con Estados Unidos sin necesidad de coger un avión gracias a las videoconferencias, pero también ha creado un ambiente de «siempre disponibles» que provoca que podamos recibir emails a cualquier hora del día, y por supuesto, tenemos que contestarlos como si fuera lo más urgente del mundo (cuando la mayoría de las veces no lo es).
Francia quiere acabar con esa nueva forma de esclavitud 2.0 y quiere ponerle freno.
Según la nueva ley recién aprobada, las empresas tendrán prohibido enviar emails fuera del horario laboral, permitiendo así que los empleados puedan desconectar del trabajo. El contacto permanente con tus jefes y compañeros hace que la jornada laboral se extienda indefinidamente, y muchas veces nos encontramos con intromisiones constantes durante nuestro tiempo libre, por culpa del Whatsapp, del email y de todas las aplicaciones de mensajería que existen actualmente.
«Todos los estudios muestran que hay muchos más problemas derivados del estrés laboral de los que solía haber, y es un estrés constante», afirmaba Benoît Hamon, miembro socialista del Parlamento y ex ministro de Educación francés. Todo es urgente y para ya mismo. Puede ser facilitar unos datos, reenviar un archivo o corregir alguna errata en un informe, pero si ha terminado nuestro horario laboral, las empresas no deberían pedir que lo hagamos. Casi todo puede esperar hasta el día siguiente.
En tanto en España, el Tribunal Supremo ya legisló este asunto en septiembre de 2015, cuando declaró que ningún trabajador está obligado a ofrecer su número de teléfono o correo electrónico a su empleador, y que las cláusulas que exigen esta información en los contratos son abusivas. Aún así, en la realidad pocos son los trabajadores que reivindican este derecho, así que parece que seguiremos pendientes del móvil a cualquier hora del día y de la noche.
De momento, sí que hay una intención por parte del gobierno de racionalizar horarios y de hacer que la hora de salida sean las seis de la tarde. El programa de Ciudadanos también iba en esa línea, de favorecer la conciliación laboral y familiar a través de horarios flexibles y una jornada «más compacta» que no termine tan tarde. En el proyecto de Podemos también se recoge la propuesta de favorecer la conciliación familiar y laboral.